A lo largo de los 500 días que lleva Donald Trump como presidente de Estados Unidos, su administración ha estado marcada por los continuos escándalos y decisiones que han causado controversia, como el hecho de recortar el presupuesto del gobierno contra el VIH y el proponer la pena de muerte contra los médicos que fomenten el consumo innecesario de opioides, pero ahora ha autorizado una nueva ley que ha sido aplaudida y criticada por igual.
Después de que a finales del año pasado Trump propusiera una ley para poder probar tratamientos medicinales experimentales en pacientes desahuciados para los que la medicina común no ha encontrado un remedio, ahora la norma fue aprobada por el Congreso de la Nación.
Acerca de esta postura, el mandatario criticó que actualmente los procesos para la aprobación de nuevos tratamientos médicos son muy largos en Estados Unidos, por lo que afirmó que a través de esta nueva ley se ayudará a los pacientes.
Salvaremos miles y miles de vidas porque ahora los pacientes que no cuentan con esperanzas de salvación podrán emplear legalmente un tratamiento experimental que podría significar su cura.
De esta forma, se le quitó la facultad a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para supervisar los tratamientos terminales como ocurría con anterioridad, aunque los principales opositores a la decisión argumentan que ahora se utilizará a los pacientes para experimentar, por lo que se atentará contra su integridad y se pronunciaron a favor de la realización de ensayos clínicos para poder garantizar con certeza cuando un paciente pueda recibir un tratamiento.