Un evento emocionalmente muy fuerte o inesperado que amenaza el bienestar físico o emocional puede provocar un trauma en cualquier persona, aunque ésta no sería la única forma de adquirirlos, pues de acuerdo con la Dra. Hideko Tanamachi Tanaka, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), éstos también se pueden heredar desde el vientre de las madres a sus hijos.
Los traumas pueden ser heredados por la madre desde el vientre y estar presentes antes de que el bebé tenga memoria racional o consciente. Si la mujer tiende a la angustia, es aprensiva o padece alguna situación peligrosa o extrema durante su embarazo, el bebé puede nacer con un sistema desregulado o con problemas de salud.
De esta forma, la especialista afirmó que los hijos de familias que sufrieron por algún motivo, son más propensos a sufrir desordenes vinculados al estrés y todo tiene su origen en la epigenética.
Esto recuerda lo observado por investigadores del Hospital Monte Sinaí (HMS), ubicado en Estados Unidos, quienes realizaron una investigación en la que observaron que los cambios genéticos asociados al trauma sufrido por los sobrevivientes del Holocausto se podían transmitirse a sus hijos y, posiblemente, a las subsecuentes generaciones.
Por otra parte, de acuerdo con una investigación realizada por las Universidades de Stanford y Iowa el año pasado, se afirmó que el estrés postraumático podría deberse a un aspecto neurobiológico que depende en gran medida del sexo de la persona, siendo las mujeres más proclives a padecerlo que su contraparte masculina.