La fibrosis pulmonar idiopática (FPI) es una enfermedad minoritaria que afecta de 13 a 20 personas de cada 100.000 y es muy poco conocida por los malos diagnósticos, ya que suele confundirse con cuadro de asma grave.
Los tratamientos más usuales que se recomiendan a pacientes con esta afección van desde broncoscopia y mediciones del nivel de oxigeno en la sangre hasta ecocardiografías y biopsias a pulmón abierto.
Pero para buenas noticias recientemente un estudio dirigido por la Universidad de Yale, en Estados Unidos, descubrió que una terapia con hormona tiroidea mejora significativamente la fibrosis en los pulmones de los ratones, aumentando su supervivencia.
LA FPI es una enfermedad que progresa y que es muy letal, los pacientes tienen una vida media de entre dos y cuatro años desde el diagnóstico, por eso mientras más pronto se identifique más probabilidades de supervivencia existen, explicó Naftali Kaminski, auto principal del estudio.
Para examinar el vínculo entre la hormona tiroidea y la FPI, el equipo de investigación evaluó el efecto de la hormona en dos modelos de ratones diferentes. La terapia con hormona tiroidea, administrada sistémicamente o en una forma inhalada, bloqueó significativamente la fibrosis en los ratones IPF en comparación con los animales de control.
Administrar la hormona sistemáticamente causa signos de hipertiroidismo pero cuando administramos la hormona por aerosol mejoró la resolución de la fibrosis, por lo que los animales tratados tuvieron significativamente menos FPI, reveló Kaminski.
Estos resultados proporcionan una nueva visión sobre el desarrollo de la fibrosis pulmonar y podrían conducir a un tratamiento alternativo en humanos para esta grave afección en un futuro.