• La correcta alimentación tiene relación directa con todos los aspectos de las personas.
• Mientras que la salud sexual es uno de los aspectos más descuidados por los individuos y por lo tanto muchos de los problemas no son atendidos a tiempo.
• Algunos de los más comunes son Síndrome de Ovario Poliquístico, disfunción eréctil, infertilidad y problemas hormonales.

Los problemas de la conducta alimentaria se han hecho cada vez más frecuentes. Datos de un estudio realizado por la Universidad de Northumbria revelaron que durante la pandemia nueve de cada 10 personas se vieron afectadas por algún trastorno alimenticio, lo cual ha repercutido de forma negativa en su bienestar y aspectos como la salud sexual.

De acuerdo con Imagine, clínica integral dedicada a optimizar el estado de salud físico, psicológico y emocional de personas con complicaciones asociadas a la nutrición, uno de los sistemas más afectados es el reproductivo y la salud sexual; sin embargo, es de los menos atendidos.

“La alimentación es fundamental para el bienestar de cualquier ser vivo. De ella dependen todos los sistemas. Cuando existe algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA) o se tiene una alimentación inadecuada, la salud sexual se ve afectada, lo cual puede desencadenar en enfermedades como el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP), disfunción eréctil, infertilidad y problemas emocionales. Sin embargo, a veces las personas no lo atienden por pena o porque lo consideran algo poco importante”, asegura Jimena González, nutrióloga especializada en metabolismo clínico y dieta de aporte proteico, fundadora de Clínica Imagine.

Y es que de acuerdo con la clínica, la deficiencia en nutrientes como la vitamina B, isoflavonas, fibra, hierro entre otras puede producir afectaciones a nivel hormonal en la testosterona y progesterona. Ejemplo de ello es la disminución ovulatoria en mujeres y problemas de fertilidad tanto para hombres como a mujeres.

Además, la serotonina, el neurotransmisor conocido como la hormona de la felicidad, también se ve afectada cuando la dieta no es la adecuada. Por ello, para mantener una buena salud física y mental es importante contar con un seguimiento y programa alimentario especializado, esto se logra a través de tratamientos integrales.

Lo que comemos también habla de nuestra salud sexual

Las dietas compuestas por consumo bajo de nutrientes y alto contenido en grasas no son las únicas que afectan a las hormonas. Problemas relacionados con el control de peso también afectan a la salud sexual y, por lo tanto, a la salud nutricional y mental.

En palabras de Rubén Casillas, especialista en Nutrición y colaborador de Imagine, “la forma de alimentación influye tanto directa como indirectamente en varios aspectos de nuestra salud incluyendo la salud sexual. Cuando la comida que ingerimos es carente de vitaminas y minerales, grasas saturadas o con exceso de sal, pueden producirse episodios de disfunción sexual”.

Se ha mencionado que ciertas hormonas se ven afectadas con las dietas que no aportan nutrientes, también no ingerir o limitar el acceso a la comida repercute en el estado físico y mental.

Tanto en el sobrepeso como en la anorexia y bulimia existen riesgos de desajuste hormonal, en mujeres problemas de embarazos, ya que en el eje hipotálamo-pituitario -gonadal, es la parte del cerebro en que hay afectaciones por los comportamientos alimenticios irregulares y/o desnutrición, y esto provoca infertilidad en los trastornos alimenticios.

Trabajar con la supervisión multidisciplinaria para lograr superar problemas nutricionales

El tener un acompañamiento especializado proporciona herramientas que ayudan a combatir padecimientos como obesidad, trastornos alimenticios y otras afecciones que dañan al cuerpo tanto físicamente como emocionalmente.

La revisión frecuente y el cuidado a estas enfermedades requiere de un seguimiento a través de especialistas, así como tratamientos particulares que sean los más efectivos y funcionales para cada paciente.

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