Los riñones son los órganos con mayor demanda para trasplantes tanto en México como en el resto del mundo, razón por la cual el 8 de marzo fue designado como el Día Mundial del Riñón con el fin de incentivar esta práctica entre la población. Si bien una donación de riñon puede provenir inclusive de personas fallecidas, diversos especialistas aseguran que lo ideal es que éste provenga de un donante vivo, pues de este modo se ofrecerá una mayor probabilidad de calidad de vida frente al de un donante fallecido.
En este caso, el Dr. Diego C. Reino de la Clínica Cleveland de Florida, ubicada en Estados Unidos, aprovechó la festividad para hablar sobre el tema y entre las ventajas de utilizar riñones de donantes vivos se encuentra el hecho de programar una intervención quirúrgica en la que tanto donante como receptor lleguen en una situación óptima y la de garantizar una alta calidad de los riñones trasplantados para beneficiar a receptores de menor edad.
En el gremio médico existe unanimidad en que la mejor supervivencia de injertos y trasplantes es cuando el riñón procede de un donante vivo, pues existen menos probabilidades de rechazo y el receptor obtendrá una mejor calidad de vida.
Por otra parte, de acuerdo con datos del Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), se estima que actualmente existen 160 mil personas en nuestro país cuya vida depende de diálisis o de un trasplante renal, de las cuales más de 13 mil esperan recibir un trasplante de riñón con un tiempo de espera de entre 6 y 30 meses en promedio, lo que significa un peligroso riesgo de salud.