El transplante de médula con familiares del paciente que no son 100 por ciento compatibles para llevar a cabo la intervención quirúrgica, es una práctica que de “poco a poco” se realiza cada vez más y con mayor frecuencia en diferentes centros de salud alrededor del mundo.
Tal es el caso de España, donde de los tres mil transplantes que se llevan a cabo anualmente, uno de cada cuatro se practican bajo es principio.
Al respecto, el doctor José Luis Díez Martín, jefe de servicio de hematología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid (HGM), este procedimiento denominado como trasplante haloidéntico se practicó por primera vez en España en el año 2007 para que actualmente su desarrollo no sea ajeno a la tendencia mundial.
El porcentaje de trasplantes haloidénticos dentro del total de trasplantes halogénicos (de una persona distinta al paciente) en España ocupa ya el 24 por ciento. En este sentido, dicha técnica va a facilitar los trasplantes de médula hasta superar los que se realizan con donantes cien por cien compatibles no emparentados.
De acuerdo con el especialista, las ventajas elementales de este procedimiento son que al tratarse de un donante familiar el trabajo para la preparación es muy sencillo:
- Abarata costes; y,
- Permite programar la intervención con más facilidad..
Hay pacientes que no pueden esperar los tres meses que se tarda en localizar un donante compatible en el registro internacional de donantes de médula (Redmo) debido a la gravedad de su enfermedad.
Por esa razón, Díaz Martín, explicó que en este tipo de casos, así como en aquellos pacientes que no pueden esperar por la urgencia del tratamiento, la alternativa es irremediablemente la utilización de un donante que comparte la mitad del material genético con el paciente (un padre, una madre, un hermano o un hijo).
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