La transformación digital, es un verdadero reto para todas las industrias, pero sobre todo para el sector salud, donde la dinámica y prioridades pueden llegar a ser diferentes. Sin embargo, los encargados de administrar y brindar un buen servicio a la comunidad, reconocen que la gestión hospitalaria se beneficiaría exponencialmente con métodos digitalizados, que lleven a que la interacción entre el prestador de servicios y el usuario final se simplifique, desarticulando la estructura rígida que se ha venido manteniendo por tanto tiempo.
Una inversión llena de retos y beneficios
En México, el sector privado en salud le ha dado importancia a los grandes beneficios que trae la transformación digital, integrando sistemas de comunicación, software y equipos, que van de la mano con la capacidad humana. Logrando ensamblar procesos y aprovechar lo que la digitalización les proporciona. Sin embargo, el sector público está un poco más rezagado, debido a la gestión de recursos que implica este proyecto. En, pero, la situación sanitaria que se vive a causa del virus covid-19, ha obligado a establecer herramientas que ayuden en cada una de las gestiones de sanidad que se presenten. (Kpmg México, s.f.)
La necesidad de establecer modelos interactivos que diseñen herramientas y rediseñen los procedimientos ya existentes en el sistema sanitario, es indiscutible. Sobre todo, porque la transformación digital aumenta la productividad, reduce costos, ofrece mejores servicios, simplifica las responsabilidades y más que nada, permite redigerir recursos hacia el desarrollo y proyección de otras necesidades importantes que cubran la salud de los ciudadanos.
Las capacidades digitales, están integradas por procesos electrónicos, científicos y automatizados, basados en datos, que pueden llegar a ser cuantificados, medidos e instrumentados, para mejorar la toma de decisiones, gestionar riesgos, dimensionar nuevas oportunidades, conocer las dificultades y brindarle al usuario y a los demás actores del sistema de salud, un servicio enmarcado en políticas de calidad, sostenibilidad y eficiencia.
Seguir el ritmo a las demandas de los pacientes y permanecer vigente en el futuro, es un reto para el sistema sanitario. Por ello, la innovación digital en un mundo globalizado, exige conectividad. Para que el usuario pueda agendar una cita, descargar las ordenes médicas o exámenes diagnósticos, conocer las tarifas, realizar trámites administrativos y estar informado sobre temas relevantes, con la ayuda de una aplicación móvil o una página web amigable.
Los cambios llevan a cuestas un cumulo de expectativas, decisiones, inversiones y reestructuración. Además, existen múltiples procesos digitales que deben ser estudiados para definir cuál es el más conveniente según los intereses de cada institución. Ya que, las plataformas móviles, la computación en la nube, la realidad aumentada, la inteligencia artificial, el internet y las redes sociales, son grandes alternativas.
La transformación digital se convierte en el motor que impulsa el sector sanitario. Debido a que, los profesionales de la salud y la parte administrativa se han ido familiarizando con herramientas que ofrecen ventajas comparativas. Porque, al aplicar procesos digitales, un médico de familia puede consultar la historia de un paciente desde su teléfono inteligente o un cirujano puede tener a la mano tecnología de punta para realizar procedimientos de alta complejidad.