Mantener un consultorio particular no es sencillo, pues es el propio médico quien debe hacerse cargo de una gran cantidad de tareas, tanto a nivel clínico como administrativo.
Quizá lo más difícil de la gestión de una empresa de salud particular sea encontrar la manera para que tus pacientes regresen una y otra vez. Si te encuentras con este dilema, a continuación te dejamos una serie de consejos sumamente básicos que pueden contribuir a que tu sala de espera no luzca vacía:
- Sonríe siempre y muestra una actitud positiva.
- Llama al paciente por su nombre y siempre míralo a los ojos.
- Una gran parte del éxito de una empresa de salud depende del trabajo en equipo. Aprende que nadie debe trabajar buscando su propio beneficio, sino el beneficio de todos los que trabajan en el consultorio o en la clínica.
- Sólo conocerás las necesidades de tus pacientes si sabes escucharlos, así que presta oídos a todo lo que te digan.
- La organización de tu empresa de salud es parte medular del éxito que desees alcanzar, así que cuida los detalles: uniformes limpios, higiene personal, aseo de las instalaciones, citas médicas puntuales, amabilidad, etc.
- Procura citar a tus pacientes de primera vez ese mismo día o al día siguiente, a más tardar; evita crearte una mala imagen.
- Durante la consulta, informa a tu paciente todo lo que harás, desde la auscultación, hasta el tratamiento que le recetarás.
- Si trabajas con más personas, sé respetuoso, escúchalos y apóyalos en todo momento. Permite que prevalezca la autonomía para que todos se sientan integrados al equipo de trabajo.