Como tal vez sepas, los casos de mala praxis pueden ocurrir de forma inesperada, con un margen mínimo de error, lo cual puede teñir la buena reputación de tu imagen de profesional de la salud.
Y es en estos casos cuando muchos médicos deciden recurrir a la medicina defensiva por temor ante una posible demanda legal.
De acuerdo a Mario Ortega, presidente de la Comisión Coahuilense de Conciliación y Arbitraje (Coccam), el incremento de demandas por presuntas negligencias médicas a orillado a muchos médicos a ejercer este tipo de recursos.
Esto ocurre cuando el médico sospecha que una desmejora o incluso la muerte de su paciente podrían ocasionarle serias consecuencias como una demanda bajo el argumento de no haber practicado los exámenes suficientes o por haber omitido cualquier otro estudio”, señaló el experto.
Ortega indicó que ante cualquier eventualidad, los médicos suponen que serán acusados y demandados por no haber realizado todo lo que estaba a su alcance. Es por eso que recurren a la medicina defensiva y solicitan infinidad de exámenes clínicos, la mayor parte de éstos innecesarios, pero lo hacen para proteger su diagnóstico clínico y aminorar su responsabilidad en caso de que ocurra un problema.
A pesar de tales argumentos, algunos profesionales de la salud aconsejan no caer en la tentación de la medicina defensiva, pues el médico estaría incurriendo en el fracaso conceptual, dado que el primero y principal principio médico es curar al paciente de la manera más equitativa y justa posible.
Es por esta razón que a continuación te presentamos cinco recomendaciones para evitar que recurras a la medicina defensiva:
- Adapta tu aplicación de los conocimientos médicos específicos para cada caso médico, pero sin que pierdas de vista los protocolos que pueden determinar la forma de actuar ante situaciones concretas.
- Recuerda que los protocolos suponen una herramienta insustituible en tus actividades diarias. Por eso, muchas sentencias son favorables al profesional de la salud por haber actuado de acuerdo con el protocolo médico correspondiente.
- No olvides echar un vistazo a la lista de verificación quirúrgica de la OMS.
- Todos los procedimientos que realices deben estar perfectamente documentados. Una historia. Considera que un historial clínico con presunción de veracidad es una de las mejores herramientas para la defensa de los médicos.
- Y nunca olvides contar con el consentimiento informado de tu paciente. Ofrécele información de todos los procedimientos que realices.