Los colaboradores conforman uno de los recursos más importantes para tu consultorio. Sin embargo, es fundamental que tu personal esté apropiadamente motivado e involucrado con las operaciones del negocio para que puedas sacarles el mayor provecho posible.
Como líder de tu consultorio, puedes hacer varias cosas para que tus colaboradores se sientan más cómodos en su ambiente de trabajo y, así, puedan aportar ideas para el negocio. Ahora te presentamos algunas estrategias para hacer que tu personal esté más involucrado con su labor.
Fomenta un sentido de comunidad entre tus colaboradores
- Cuando los individuos desarrollan sentimientos de soledad, afecta directamente en su productividad. Fomenta entre tu personal que se saluden mutuamente al inicio y final de cada día, utilicen su nombre para referirse entre sí y hasta desarrollar relaciones fuera del consultorio.
Realiza sondeos para identificar buenas ideas
- Muchos colaboradores se sienten apreciados si perciben que sus jefes fomentan una actitud propositiva y reciben con brazos abiertos iniciativas nuevas. Además, la forma más efectiva de subir la productividad de una persona es si ellos mismos proponen las formas para lograrlo.
Involucra a las personas en tus metas y políticas
- Si bien tú tienes la decisión última para definir los objetivos de tu consultorio, puedes discutir con tus colaboradores cómo llegar a a ellos. Así, no solo tendrán una visión más clara de qué deben de realizar, también se sentirán más cómodos con sus actividades diarias.
Demuestra que aprecias sus logros
- Una de las formas más fáciles de generar estrés laboral en tu consultorio es no reconocer el esfuerzo de tus colaboradores. Además, recompensar el esfuerzo adicional con detalles sencillos puede servir para generar un círculo virtuoso que provoque una productividad más alta.
Lucha en contra de la rutina
- El trabajo de un consultorio médico puede llegar a ser muy monótono, a pesar de la variedad de condiciones de salud que puedan presentar los pacientes. Una buena forma de romper con este ritmo tan predecible es celebrar cumpleaños, festejar logros de negocio y fijar uno o dos días de cada mes que puedan permitir sacudir un poco las jornadas laborales.