Después de un periodo de observación de 42 días sin casos nuevos, el Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo declaró oficialmente el fin de la epidemia de ébola en el país. Con este anuncio, termina su noveno episodio de emergencia por esta enfermedad. Esta vez, el saldo del brote fue de 54 posibles casos de infección.
El ministro de Salud del Congo, Oly Ilunga, señaló ante la prensa internacional que de estos 54 casos, solo 38 tienen la confirmación de ser infecciones por el ébola. Desde que se declaró la emergencia sanitaria el 8 de mayo pasado, más de 30 personas podrían haber sucumbido ante el letal virus, aunque únicamente 17 de las muertes han dado positivo al diagnóstico de la enfermedad.
Se detectó el brote de ébola por primera vez en las zonas rurales de Bikoro e Iboko, pero rápidamente empezaron a darse casos en el área urbana de Mbandaka; todas ellas en la provincia de Ecuador. El ministro Ilunga afirmó que esta epidemia constituyó la primera vez que se vacunó a 3 mil 300 personas para romper la cadena de contagio. Añadió también:
A pesar de que la amplitud de la crisis a la que nos hemos enfrentado no tenía precedentes, la rapidez y la eficacia de la respuesta puesta en marcha por el Gobierno y sus socios han sido excepcionales.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también felicitó al gobierno del Congo por su actuación durante el brote de ébola. A través de un comunicado, el director general de la institución, Tedros Adhanom Ghebreyesus reconoció también la labor de los equipos locales, el soporte de los aliados internacionales y la generosidad de los donadores.
Cuando el brote de ébola fue anunciado, se temía que pudiera salirse de control debido a que se encontraron casos de infección en cuatro áreas geográficas diferentes. Incluso, se habló del riesgo de infectar otras regiones del Congo y a países circundantes. En respuesta, la OMS liberó dos millones de dólares del Fondo de Contingencia para Emergencias horas después del anuncio.
Ya desde mediados de junio se había asegurado que la situación por el brote de ébola había mejorado, pero el director general de la OMS comentó en su momento que se necesitaba prudencia, optimismo y trabajo para mejorar la situación. Durante el brote se utilizó por primera vez, desde el inicio de una epidemia, la vacuna experimental rVSV-ZEBOV.