En el primer día del Advancing Colorectal Cancer Treatment (ACT), evento para especialistas convocado por Bayer los días 24 y 25 de marzo en la Ciudad de México, el oncólogo Mike Cusnir, codirector de la unidad Gastrointestinal Malignancies del Mount Sinai Medical Center en Florida, Estados Unidos, puso el foco sobre las terapias de tercera línea para pacientes con cáncer colorrectal.
El especialista hizo particular énfasis en el hecho de que un paciente que no sea apto para terapias intensas en primera línea no limita sus opciones para tratamientos de otras líneas, en este sentido, señaló que “descartar líneas terapéuticas es descartar al paciente”, por ello, uno de los primeros pasos a dar es ver con él “cuál es el objetivo del tratamiento”.
Recordó que la expectativa de los pacientes sobre el tratamiento cambia frente a una terapia de este tipo. Al respecto, explicó que entre cada línea se pierde al 10 por ciento de los pacientes, de modo que a la segunda pueden llegar entre el 80 y 90 por ciento, pero a la tercera sólo 70 por ciento y 60 por ciento en las subsecuentes.
A modo de recomendación, mencionó a los asistentes al evento que hay que informar al paciente si se está tratando “algo nuevo” o una situación que se había presentado previamente considerando además si la terapia afecta su calidad de vida, ya que lo que el médico puede considerar daño mínimo se convierte en ocasiones en asunto importante para el enfermo, lo que impacta en su percepción del tratamiento.
En este sentido, mencionó que los efectos tóxicos deben ser evaluados desde el inicio de la medicación de tercera línea:
“Quítenle a las medias a los pacientes durante seis semanas”, dijo, a fin de observar los efectos tóxicos en la piel de sus pies, un factor que es determinante en el tratamiento de la enfermedad.
Imagen: Saludiario.com