De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente el glaucoma es la segunda causa de ceguera a nivel mundial, padecimiento para el cual no existe ninguna cura hasta el momento; sin embargo, un nuevo tratamiento a base de descargas eléctricas podría mejorar significativamente la vida de quienes padecen esta enfermedad.
El tratamiento propuesto consiste en utilizar corriente eléctrica a través de cuatro electrodos cuidadosamente ubicados alrededor de los ojos del paciente, esto con el objetivo de estimular directamente al cerebro, mejorando su capacidad para descifrar la información que llega hasta él a través del nervio óptico dañado. El tiempo de cada sesión es de aproximadamente 50 minutos.
La técnica ha sido denominada como Estimulación por Corriente Alterna (ACS) y de acuerdo con un grupo de investigadores de la Universidad Magdeburg en Alemania, quienes realizaron un estudio en 82 pacientes, 45 de los cuales fueron sometidos a las revolucionaria terapia durante 10 días, puede mejorar la vista del paciente hasta en un 24 por ciento.
De acuerdo con lo reportado, tras recibir la terapia la gran mayoría de los pacientes consiguió desplazarse sin ninguna ayuda, además que muchos aseguraron que su vista era significativamente menos borrosa que antes e incluso fueron capaces de leer letras pequeñas y distinguir objetos distantes.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista PLOS One y según el doctor Bernhard Sabel, líder de la investigación, son tan positivos y prometedores que este tipo de terapia debería de comenzar a ser ofrecida rutinariamente por cualquier médico.
“El tratamiento ACS es seguro y un método efectivo para restaurar parcialmente la visión en nervios ópticos dañados al modular la plasticidad del cerebro y resincronizar las conexiones cerebrales que se desincronizan como resultado de la pérdida de la visión”, señaló Sabel.
Actualmente todos los tratamientos para el glaucoma están orientados a detener la progresión de la enfermedad, pero ninguno ha podido revertir el daño ya ocasionado, por lo que la temprana detección es la mejor arma en contra de este padecimiento, el cual puede aparecer por diversas causas como diabetes, genética o etnicidad.