- La hepatitis viral es un problema de salud a nivel mundial que afecta a cientos de millones de niños y adultos.
- Cuenta con cinco cepas principales del virus que la origina y son las de los tipos A, B, C, D, y E.
- De acuerdo con la OMS, de aquí al 2030 se podrían prevenir 4.5 millones de defunciones prematuras en países de ingresos bajos y medianos, mediante vacunación, pruebas de diagnóstico, medicamentos y campañas de educación.
A lo largo de los últimos años la tecnología médica ha conseguido importantes avances en todos los ámbitos y en especial en el relacionado con las enfermedades hepáticas. En este caso, el objetivo central siempre es causar las menores incomodidades posibles en los pacientes y facilitar las labores de los médicos.
El papel de la tecnología en la salud
De acuerdo con un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de aquí al 2030 se podrían prevenir 4.5 millones de defunciones prematuras en países de ingresos bajos y medianos, mediante vacunación, pruebas de diagnóstico, medicamentos y campañas de educación.
La hepatitis viral es un problema de salud a nivel mundial que afecta a cientos de millones de niños y adultos. Las enfermedades asociadas más comunes son la fibrosis hepática y la cirrosis. Según cifras de la Secretaría de Salud (SSa), durante el 2020 en México se registraron alrededor de 6 mil casos de hepatitis A, B y C.
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede causar una serie de problemas de salud y puede ser mortal. Cuenta con cinco cepas principales del virus que la origina y son las de los tipos A, B, C, D, y E. Todas ellas causan enfermedad hepática.
Muchas personas con hepatitis tienen solo síntomas leves o ningún síntoma en absoluto, pero cada forma del virus puede desencadenar afectaciones más graves. Los molestias de las hepatitis A, B y C pueden incluir fiebre, malestar, pérdida del apetito, diarrea, náuseas, malestar abdominal, orina oscura e ictericia (coloración amarillenta de la piel y la esclerótica ocular) y en algunos casos, el virus también puede causar una infección crónica del hígado.
El virus de la hepatitis A (VHA) se propaga principalmente cuando una persona ingiere agua o alimentos contaminados por heces de una persona infectada. Está relacionada al saneamiento deficiente y la mala higiene personal. No causa hepatopatía crónica y rara vez es mortal, pero puede presentar síntomas debilitantes y hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda) que a menudo es mortal.
Por su parte, los tipos B y C de la hepatitis, que se transmiten a través de la sangre, el semen y otros fluidos corporales, provocan enfermedad crónica en cientos de millones de personas. En su conjunto son la causa más común de defunciones relacionadas con cirrosis hepática, cáncer de hígado y hepatitis viral. La OMS estima que, en todo el mundo, 325 millones de personas sufren hepatitis B y/o C.
Una vez diagnosticada una infección crónica por el VHC se deberá evaluar la magnitud del daño hepático (fibrosis y cirrosis). Esto puede hacerse por biopsia hepática o diversas pruebas no invasivas.
Equipos médicos más avanzados disponibles
En relación con lo anterior, Carlos Rojas, Head Ultrasound Spanish Speaking Countries LAM de Siemens Healthineers, señala que es de suma importancia el papel de la tecnología médica contra las enfermedades hepáticas. La aportación más importante es que permiten detectar a tiempo la hepatitis y así evitar padecimientos crónicos.
“Si los pacientes han tenido el diagnóstico de hepatitis, deben ser examinados rutinariamente para evaluar la progresión de las lesiones y el daño hepático, así como la eficacia del tratamiento que han tomado. Lo más importante siempre es la prevención, y este tipo de estudios clínicos son imprescindibles para ello”.
Dentro de los equipos más recientes se encuentra la elastografía por ultrasonido y se ha convertido en una herramienta fundamental para la detección temprana de enfermedades hepáticas. Es una tecnología de imagen que proporciona información sobre la rigidez de los tejidos, lo cual se ha demostrado que se correlaciona con la progresión de la afección. Esto provee una nueva dimensión de información para guiar las opciones de tratamiento y transformar la atención de quienes padecen hepatopatías.