La adherencia al tratamiento no es solo un desafío médico, sino un problema social que requiere la colaboración de todos los actores involucrados. Desde las instituciones públicas y privadas hasta los desarrolladores de tecnología, cada parte tiene un papel esencial que desempeñar para garantizar que los pacientes no queden desprotegidos cuando salen del hospital.
En México, el abuso de consultas médicas que canalizan a cirugías innecesarias para aprovechar seguros de gastos médicos mayores es una práctica preocupante. Esta conducta antiética no solo vulnera al paciente económicamente, sino que también lo expone a riesgos quirúrgicos injustificados.
En México, el panorama no es menos alarmante: uno de cada cuatro niños y mujeres embarazadas padecen anemia, de acuerdo con datos del IMSS y la Ensanut 2022.
En el ámbito de la salud, las campañas de concienciación, educación y promoción de hábitos correctos han disminuido la carga financiera para los sistemas de atención médica.