La investigación sugiere que las personas que han sido infectadas con la variante COVID-19 Ómicron pueden ser menos susceptibles a la infección por la variante Delta.
Resistencia a los antibióticos: Este descubrimiento significa que los médicos podrían saber rápidamente qué antibióticos funcionarán o no para la infección potencialmente mortal de un paciente.
Los especialistas indican que la infección del tejido en la placenta de las embarazadas se acompaña de una lesión característica que consiste en necrosis del trofoblasto.