De la misma forma en que cuidas la salud de tus pacientes también debes de preocuparte por tus colaboradores porque eso incrementará el rendimiento general.
Debido a la responsabilidad que viven a diario los profesionales de la salud, son más propensos a desarrollar el síndrome de desgaste profesional en comparación con otras personas.
Como consecuencias del tecnoestrés, las personas pueden llegar a desarrollar cansancio, ansiedad, fatiga física y mental, dolores de cabeza, dolores musculares, temor, aburrimiento, aislamiento y conductas agresivas o negativas hacia los demás.
El líder nacional del Sindicato Independiente de Trabajadores del ISSSTE reconoció la existencia de déficit de personal pero negó que haya una crisis interna.