Los fumadores tienen hasta 70 por ciento más riesgo de perder la audición, mientras que aquellos que viven con estas personas (fumadores pasivos) duplican sus posibilidades de sufrir sordera, según reveló hace tiempo un estudio publicado en Journal of the American Medical Association.
El trabajo señaló que el humo del cigarrillo provoca daños en los órganos de todo el cuerpo debido a la interrupción del flujo sanguíneo y la falta de oxígeno y, en el caso del oído, tal efecto impediría la eliminación de residuos tóxicos provocando afectación permanente que disminuiría la capacidad auditiva.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido que actualmente más del 5 por ciento de la población mundial padece pérdida de audición discapacitante, lo que equivale a unos 360 millones de personas con este tipo de afectación, de los cuales, 32 millones son niños, no obstante, el organismo de Naciones Unidas reconoció que en el 50 por ciento de los casos esta situación podría haberse evitado.
En este sentido, cabe destacar que personas con diabetes también tienen alta probabilidad de pérder la audición en comparación con quienes no presentan dicho trastorno metabólico, pues el daño se produce a causa del estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que resulta perjudicial para el oído puesto que depende del adecuado flujo de sangre para funcionar, según informó un estudio difundido por National Institutes Health hace un par de años.
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