Los primeros casos de tumores se remontan a varios miles de años en el pasado. Aunque ha sido durante las últimas décadas cuando se han posicionado como un problema de salud pública. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) provocaron casi 10 millones de fallecimientos en el 2020 y la tendencia se mantiene en aumento. Lo más preocupante es que se pueden desarrollar en cualquier órgano o tejido pero en esta ocasión nos vamos a enfocar en la supervivencia durante las distintas etapas del cáncer de mama.
En primera instancia, se trata de uno de los más comunes en todo el planeta. Cada año se detectan 2.26 millones de nuevos casos y 685 mil decesos. Por lo mismo, las campañas informativas son una parte importante. Lo que se busca es generar conciencia acerca de la relevancia de los diagnósticos tempranos.
Panorama en México y el resto del mundo
El cáncer de mama afecta a mujeres de cualquier edad, aunque las tasas aumentan en la edad adulta. En 2020, aproximadamente 685 mil mujeres fallecieron en el mundo a consecuencia de esa enfermedad. En México se reportaron 29 mil 929 casos nuevos y 7 mil 931 muertes secundarias por este tipo de cáncer
Desde 2006, en México el cáncer de mama es la primera causa de fallecimiento por tumor maligno en las mujeres. La calidad de vida puede estar comprometida e incluso este padecimiento podría ser incurable, ya que se sigue detectando en etapas localmente avanzadas o metastásicas que requieren mayor tratamiento.
Las mejores formas para detectar cualquier caso de cáncer de mama es a través de la autoexploración y la mastografía. En la primera, la mujer debe hacer revisiones visuales y de tacto sobre su propio cuerpo de manera periódica. Ante cualquier anormalidad debe acudir de inmediato con un médico para someterse a un examen profesional y descartar riesgos. Mientras que para la segunda opción, se recomienda que sea anual a partir de cumplir 40 años.
Ahora bien, las tasas de supervivencia en las distintas etapas del cáncer de mama varían demasiado. De acuerdo con la American Cancer Society, en las primeras es de casi el 100 por ciento porque se puede actuar de inmediato y empezar con el tratamiento adecuado para cada paciente. Por eso es tan importante identificar este tipo de tumor lo más pronto posible.
Por su parte, a partir de la etapa 2 existe una disminución porque la cifra es del 93 por ciento. En tanto que en la etapa 3 es del 72 por ciento. El mayor inconveniente es que en la etapa 4 es de apenas el 22 por ciento porque la mayoría de los tumores se expanden a otros órganos y es muy complicado poder salvar a las mujeres.
¿Cómo se pueden reducir riesgos?
Por otra parte, los factores de riesgo que se pueden modificar para reducir el riesgo de esta enfermedad son: tabaquismo, consumo de alcohol, sobrepeso u obesidad, sedentarismo, dieta inadecuada con alimentos procesados ricos en grasas y azúcares.
Existen otros factores que no se pueden cambiar y que aumentan la posibilidad de desarrollar cáncer de mama, como ser mujer –lo que no excluye casos masculinos-, la edad, tener una familiar de primer grado (madre, hijas, hermanas) con cáncer de mama o de ovario y tener mamas densas.