Alfonso Petersen, titular de la Secretaría de Salud de Jalisco (SSJ), afirmó que las amenazas de grupos criminales que recibe el personal de salud en las instalaciones de su dependencia representan situaciones extraordinarias. Afirmó también que existen protocolos para que los médicos salvaguarden la seguridad de los pacientes y la suya propia cuando un delincuente irrumpe en hospitales u otros centros para acabar con la vida de un internado.
Antes que todo, el personal médico y de enfermería, los primeros respondientes, en caso de recibir un paciente probablemente vinculado con actos violentos, deben primero estabilizarlo. Después, es necesario que den parte al ministerio público y luego lleven a cabo la recuperación de la persona. De ninguna forma deben enfrentarse a posibles agresores.
El pasado 26 de agosto, un grupo de tres hombres armados se presentó en las instalaciones de Cruz Verde La Concha, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. El grupo ingresó a la sala de shock donde estaban siendo tratados dos jóvenes de 22 y 25 años por heridas previas de bala. Después de proferir amenazas contra el personal médico, dispararon y mataron a uno de los pacientes antes de salir huyendo del lugar.
Petersen apuntó que no se tienen cifras oficiales de cuántos profesionales de la salud han sido víctimas o sufrido amenazas (personalmente o hacia sus amigos o familiares) por parte de grupos delictivos. El funcionario negó que fuera necesario reforzar la seguridad de los centros médicos en la capital u otras zonas de la entidad:
Estas personas, los miembros de los grupos delictivos, se pasan por encima de la vigilancia, or encima de las restricciones y de todas las situaciones. El problema más que nada tiene que ver con insistir que son cosas extraordinarias.
Pidió también al resto de la población no dejar de acudir a las unidades de atención médica. Expresó su deseo porque las amenazas al personal médico y la llegada de grupos delictivos a centros de salud no vuelvan a ocurrir en la entidad.