Los dolores de crecimiento en la infancia son reales y es muy común durante la noche, cuando los pequeños experimentan en sus piernas ese dolor. Aunque son una parte fundamental, sí duelen y es por eso por lo que debes prestar atención y darle tu cariño a tu hijo durante esta etapa.
La gran mayoría de los niños sufren dolores de crecimiento agudos y pulsares en las piernas. Solo ocasionalmente se convierten en fuertes y pueden despertar incluso al pequeño durante la noche. Entre el 25 y el 40 por ciento de los niños con una edad entre 3 y 5 años y, de nuevo, entre los 8 y los 12 años, sufren este tipo de dolores nocturnos.
Algunas recomendaciones para los dolores de crecimiento
Cuando los dolores se han ido por la mañana o cuando dichos dolores no ocurren nunca durante el día, probablemente solo sean dolores de este tipo. En muchas ocasiones, esos dolores musculares pueden ser resultado de un día llenos de más actividad física de lo normal.
Si tu hijo sufre dolores de crecimiento, algunas terapias simples que pueden ayudar a que este doloroso episodio se pase rápido son las siguientes:
- Masajear el área dolorida hasta que se pase el reloj.
- Ayudar al niño a estirar y doblar el área suavemente hasta que el dolor se pase.
- Aplicar una compresa caliente en la zona.
Existen algunos trastornos relacionados con ellos
Consulta con el pediatra si el dolor en las piernas y brazos es persistente o la queja es crónica. Si el dolor es severo o interfiere con las actividades normales de la infancia, si tiene las articulaciones inflamadas o si el dolor está asociado con una lesión específica o si tu hijo experimenta dificultada para caminar.
Por último, se debe destacar que existen algunos trastornos del crecimiento que pueden influir en este tipo de dolores. Entre los trastornos más comunes, destacan los siguientes: crecimiento demasiado rápido o lento; factores genéticos y factores del comportamiento.