Mientras que existen enfermedades con distintos grados de mortalidad, cuando se trata de casos terminales, lo ideal es ofrecerle al paciente todo el apoyo posible junto a terapias y tratamientos que los ayuden en el alivio de su dolor y así evitar en la medida de lo posible una disminución de su calidad de vida, pero el principal problema es que en la mayoría de los casos eso no ocurre.
Al respecto, la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP) afirmó que mientras en la región existen 4 millones de pacientes con enfermedades crónicas o terminales que requieren de cuidados paliativos, sólo 40 mil acceden a este tipo de atención por las restricciones a medicamentos y falta de políticas para tratamientos.
Por su parte, Tania Pastrana, presidenta de la ALCP, añadió que a nivel mundial el 80 por ciento de las personas que requieren tratamientos y cuidados paliativos no pueden acceder a ellos por sus bajos ingresos adquisitivos.
En Latinoamérica existe una creciente demanda de cuidados paliativos, pero lo más lamentable es que sólo el uno por ciento de quienes los requieren pueden acceder a ellos. Es una cifra alarmante que muestra un desequilibrio preocupante y demuestra la cobertura insuficiente de la región.
Pero no sólo se trata de iniciativas como la legalización del cultivo de marihuana y amapola con fines medicinales y así reducir el dolor de los pacientes terminales sino que además hace falta personal especializado en la atención de enfermos, lo cual provocó que este año el Consejo de Salubridad General publicara en el Diario Oficial de la Federación (DOF) una actualización de la Guía Nacional del Manejo Integral de Cuidados Paliativos.