En el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, en España, desarrollaron un software que con modelos 3D “ayudaría a la toma de decisiones” a profesionales de la salud del área de urgencias que trabajan con personas quemadas.
Adaptándose a la complexión del paciente, la herramienta Burn Analysis Imaging System (BAI) permite marcar en modelos 3D las zonas de las lesiones por grados (primer y segundo grado superficial, segundo grado profundo y tercer grado), de modo que apoyándose en distintas fórmulas matemáticas el programa determina cuál es la superficie afectada, pero éste es sólo el primer paso.
El BAI, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología a través del proyecto “Herramienta de ayuda al diagnóstico para la atención primaria de enfermeros quemados”, permite adjuntar fotografías de las quemaduras y calcular el volumen de fluidos o sueros necesarios para reponer la herida inmediatamente.
Sus creadores aseguran que el software “puede ser de gran utilidad”, ya que ayuda a establecer el tratamiento de choque o, de ser necesario, decidir si hay que canalizar al paciente a grandes unidades de quemados.
Los desarrolladores de esta tecnología han invertido 12 años en su creación, tiempo en el que han probado su eficacia en pacientes de la Unidad de Cirugía Plástica y Grandes Quemados de este nosocomio.
En comparación con métodos tradicionales con modelos 2D (Regla de los 9, Regla del 1 por ciento y esquema de Lund y Browder), los cuales no usan representaciones gráficas personalizadas del paciente, el nuevo software logra mayor precisión al estima una medida de superficie exacta en el 99.9 por ciento de los casos.
A través de un comunicado, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, informó que al tratarse de un programa en ambiente Windows, es de fácil manejo, “incluso para un personal no especializado”, por lo que permite que el “extrahospitalario pueda diagnosticar correctamente al paciente desde el primer momento, y pueda derivarlo al centro adecuado”.
Ya en 2011 la efectividad de BAI había sido reconocida por la revista internacional Burns.
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