La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes en México y representa un problema significativo de salud pública. Según la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, se estima que entre el 9% y el 12% de la población mexicana ha experimentado algún episodio de depresión a lo largo de su vida, lo que equivale a millones de personas afectadas por este trastorno. La depresión no discrimina por edad, género o nivel socioeconómico, y puede afectar tanto a niños y adolescentes como a adultos y personas mayores.
Causas de depresión y factores de riesgo
La depresión es una enfermedad multifactorial, lo que significa que puede ser causada por una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Entre las causas más comunes se encuentran el desequilibrio químico en el cerebro, los traumas emocionales, el estrés crónico, y factores genéticos. Además, situaciones como la pérdida de un ser querido, el desempleo, problemas económicos o relaciones conflictivas pueden desencadenar episodios depresivos.
En México, uno de los principales factores que contribuyen a la depresión es el contexto social. La violencia, la inseguridad y la desigualdad económica que afecta a muchas regiones del país incrementan los niveles de estrés y ansiedad en la población, lo que a menudo conduce a trastornos depresivos. Asimismo, la pandemia de COVID-19 exacerbó los problemas de salud mental, con un aumento considerable en los casos de depresión y ansiedad.
Acceso a tratamiento y estigma
Un desafío importante en México es el acceso limitado a tratamientos adecuados para la depresión. Aunque la Secretaría de Salud ofrece servicios de atención psiquiátrica en hospitales públicos y centros comunitarios, no siempre son suficientes para atender la demanda. Además, el estigma asociado a los trastornos mentales sigue siendo una barrera significativa, lo que impide que muchas personas busquen la ayuda necesaria.
El tratamiento de la depresión puede incluir terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual, así como medicación antidepresiva. La combinación de ambos enfoques ha demostrado ser eficaz para muchas personas.
La depresión es una realidad que afecta a millones de mexicanos, y aunque se ha avanzado en el reconocimiento del problema, aún queda mucho por hacer en términos de acceso a tratamiento y reducción del estigma. Es fundamental seguir promoviendo la concientización sobre la salud mental y fomentar la búsqueda de ayuda para aquellos que la necesiten.