¿Por qué el vino costoso parece tener un mejor sabor?, ¿cómo es que productos idénticos son percibidos diferentemente debido a diferencias en el precio?, ¿qué variables críticas de la conducta se relacionan con el dinero y la función cerebral?
La recompensa, en un sentido amplio, incluye la satisfacción de una necesidad biológica, de placer, o la adquisición de algo valioso de cualquier manera mensurable. La recompensa también puede ser la consecución de un objetivo menor camino de otro más importante. De esta manera, el placer representa un fenómeno neurobiológico complejo que nos acerca a experiencias positivas, naturales y agradables. Sin embargo, el placer es capaz de promover dependencia y comportamientos peligrosos (toxicidad motivacional), deteriorando los mecanismos de flexibilidad con pérdida del control conductual.
Las bases neuroanatómicas del estado de recompensa se encuentran constituidas por el área tegmental ventral (localizado en la base del mesencéfalo), amígdala cerebral, el núcleo accumbens, la corteza prefrontal orbital, hipotálamo lateral y el hipocampo.
El área tegmental ventral se caracteriza por la presencia de neuronas dopaminérgicas cuya frecuencia de descarga aumenta frente a estímulos relacionados con recompensa, siendo también responsable de la conducta motivada; proyectándose vía mesolímbica a la corteza prefrontal y al núcleo accumbes (estriado ventral). Drogas que inhiben la recaptación de dopamina, como la cocaína, o aumentan su liberación, como las anfetaminas, incrementan la vigilia y tienen un marcado reenforzamiento positivo, base de su alto valor adictivo.
Un estudio de imagen por resonancia magnética confirma que, sobre todo, los componentes de la corteza prefrontal medial y también el estriado ventral fueron activados más cuando los costos de un vino tinto fueron más altos en un grupo de individuos. La corteza prefrontal medial parece estar implicada en la integración de la comparación de precios y la expectativa en la evaluación del vino, mientras que el estriado ventral conforma la parte del sistema de recompensa y motivación, los cuales se activan significativamente con precios más altos y por lo visto aumenta la experiencia del gusto de esta manera, afirma el Dr. Bernd Weber de la universidad de Bonn en un estudio reciente. El fenómeno en que productos idénticos son percibidos de forma diferente por diferencia en el costo es ya conocido como “efecto placebo marketing”.
La corteza prefrontal orbital forma parte de las redes neurales sintonizadas con atributos de recompensa como la cantidad, probabilidad y demora. Los niños y algunos inversores- tienen dificultades para esperar una recompensa por pequeña que sea y representa una enorme carga en las decisiones financieras.
Las personas dedicadas a los negocios tienden a definirse a sí mismas según los beneficios que obtienen, reciben una descarga de dopamina cuando una transacción resulta rentable. Como diría Gordon Gekko (protagonista de los films Wall Street 1 y 2), parece que «la codicia es buena», ya que cuando perciben ganancia monetaria, el sistema de recompensa se activa mediante la liberación de dopamina en el núcleo accumbens y aporta una sensación de gratificación. Recompensa y castigo, valor, asunción de riesgos, satisfacción inmediata frente a satisfacción demorada son algunas de las variables de la conducta que la ciencia moderna de la neuroeconomía relaciona con la función cerebral.
En la próxima ocasión intentaré plasmar la relación existente entre usuarios de alta frecuencia de Facebook con el volumen de sustancia gris en el núcleo accumbens, ¿qué áreas se activan cuando un individuo rechaza pequeñas cantidades de dinero?, la toma de decisiones por efectos de la conducta de nuestros congéneres
¿Qué significaría tener un sistema de recompensa débil?