Aunque la mayoría de mujeres tienen los pezones sobresalido; otras, en cambio, tienen lo que se conocen como pezones invertidos. Las mujeres que los tienen suelen poder dar el pecho a sus bebés sin ningún tipo de problema, aunque otras necesitan una ayuda extra.
Desde la firma Medea, especialistas en sacaleches y otros productos relacionados con la lactancia, Sioned Hilton, consultora de lactancia, enfermera neonatal y auxiliar sanitaria ha expresado a las mujeres: “No tengas miedo si tienes los pezones planos o invertidos…A menudo es perfectamente posible dar el pecho así…Recuerda que tu bebé debe agarrarse a una buena parte del pecho, no solo al pezón para alimentarse de forma eficaz”.
Aunque, no obstante, en los primeros días, la boca del bebé es muy pequeño y su capacidad de succión no es tan eficiente como se espera. En esos momentos, los pezones invertidos o planos dificultan el inicio de la lactancia, sobre todo si el bebé está enfermo o es prematuro.
Sioned ha explicado que “si tienes un pezón plano o invertido, puede que no llegue al paladar del bebé para estimularlo y provocar reflejo de succión…Esto puede hacer que tenga problemas para agarrarse o que no pueda permanecer agarrado para lograr una transferencia de leche eficaz”.
Cómo saber si tienes pezones invertidos o planos
Lo primero a tener en cuenta es que los pezones planos son aquellos que no sobresalen mucho de la areola, ni siquiera cuando se estimulan. Es decir, los pezones invertidos se hunden en su parte central y, en ocasiones, llegan a retraerse hasta quedar al ras de la areola o incluso se pueden hundir en el tejido mamario.
Por esta situación pueden verse afectados uno o ambos. Las estimaciones indican que afectan al 10% de las madres primerizas, quienes tienen, al menos, un pezón invertido.
Así puedes ayudar a tu bebé
Si tienes pezones invertidos y quieres ayudar a tu bebé durante la lactancia, puedes poner en práctica algunos de los consejos que te ofrecemos a continuación:
- Comprimir el pecho, con los dedos en forma de C o V, por debajo de la areola. Así harás que el pezón salga hacia fuera.
- Pasar, de forma breve, un cubito de hielo o compresa fría, para poner erecto el pezón.
- Extraer la leche de forma manual (o con un extractor), durante unos minutos, antes de la toma, algo que favorecerá sacar el pezón.
- Girar tu pezón con los dedos índice o pulgar para hacer que salga.
Si nada de esto funcionara, puedes utilizar una pezonera a la hora de alimentar a tu bebé. Si no sabes lo que es, se trata de una pieza fina y flexible hecha de silicona. Tiene forma de pezón y orificios en la punta, que es por donde sale la leche.