No existe un sólo día en el que no interactúe con al menos un paciente que me diga, “fíjese lo que leí en el internet”, para posteriormente ‘aconsejarme’ cuál medicina deben utilizar porque “la vieron anunciada”, o qué tratamiento alternativo es mejor. Esto es generalmente bastante inocuo; sin embargo, cuando las personas, por creer ciegamente en algo que leyeron en línea, no desean vacunar a sus hijos o someterse a tratamientos basados en evidencia, están tomando decisiones potencialmente fatales.
La solución al dilema anterior es comprender como piensan e interactúan nuestros pacientes en línea con el fin de guiarlos hacia sitios más responsables y serios, así como a enseñarles a aprender a escuchar a su propio cuerpo y empezar a adueñarse de su salud en coordinación con su equipo médico.
Me he aliado al Dr. Google bajo mis propios términos
La mejor oportunidad de crear esta “alianza” es generalmente en la primera visita, en la cual podemos recomendarle al paciente una serie de sitios web y preguntarle qué sitios frecuenta para obtener información sobre temas de salud.
Además de guiarlos a nuestros sitio web y a nuestra página de Facebook, hay que recomendarles a nuestros pacientes sitios que les sean útiles. Algunos de mis favoritos son:
Medline en Español
www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/encyclopedia.html
Sitio que depende de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EEUU. Miles de artículos, fotos, descripción de tratamientos y procedimientos quirúrgicos, además de un vasto vademécum de Medicinas y suplementos.
Academia Americana de Pediatría
www.healthychildren.org/Spanish/Paginas/default.aspx
Todo lo que necesitan saber los padres en cuanto a crecimiento y desarrollo, vacunas y tratamientos médicos.
JAMA en Español
jama.jamanetwork.com/ss/Spanish_Patient_Page_Index.aspx.
Sitio que corresponde a la prestigiada publicación de la American Medical Association que contiene un variado índice de temas médicos y enfermedades y está enfocado a pacientes que hablan español.
No puedo negar que, al principio, era enfadoso compartir a mis pacientes con el siempre presente Dr. Google pero nunca olvido que, al final de la jornada y en los momentos difíciles, el Dr. Google no contesta las llamadas telefónicas de los pacientes.