Este domingo por la noche se llevó a cabo el segundo debate entre los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton, donde la salud jugó un papel principal gracias al Acta de Salud Costeable, también conocido como Obamacare, programa que Trump pretende disolver para instaurar uno de menor presupuesto. Sin embargo, este programa no sería la única afectación que tendría el actual sistema de salud de los Estados Unidos de acceder Donald Trump al poder, pues se calcula que hasta el 25 por ciento de los médicos y cirujanos de dicho país son de origen extranjero.
Según revela la revista Forbes, en la actualidad cerca del 25 por ciento de los médicos y cirujanos que laboran en los Estados Unidos son nacidos en el extranjero. Asimismo se señala que 1/5 de las enfermeras y 1/6 parte de los dentistas, farmacistas y técnicos clínicos también nacieron fuera de los Estados Unidos, por lo que una reforma migratoria como la propuesta por el magnate desestabilizaría el de por sí endeble sistema de salud estadounidense.
Por si fuera poco, la publicación señala que, al paso que crece la población en los Estados Unidos, para 2025 existirá un déficit de entre 46 mil 100 y 90 mil 400 profesionales de la salud, cifra que podría aumentarse dramáticamente con nuevas restricciones migratorias.
Asimismo se indica que la atención primaria sería la que sufriría más con una nueva política migratoria, pues en la actualidad los médicos originarios de los Estados Unidos tienden a prepararse más que sus contrapartes “importadas” con la idea de percibir mejores sueldos, dejando desprotegidas las especialidades de medicina primaria.
De tal modo, los médicos estadounidenses apuestan por especialidades más redituables como dermatología, obstetricia y ortopedia, descuidando posiciones como medicina familiar, medicina interna o pediatría, especialidades que cuentan con un elevado número de extranjeros entre sus filas.
No cabe duda que una eventual llegada de Donald Trump a la Casa Blanca afectaría a propios y extraños por igual, incluso dentro del mundo de la medicina.