Como ocurre cada año, el 23 de octubre se conmemora el Día del Médico en nuestro país, pero más allá de ser un pretexto para celebrar, también se debe aprovechar la fecha para reflexionar sobre el panorama de la profesión en nuestro país y los diversos obstáculos que deben enfrentar quienes desean cuidar y atender la salud de los demás.
En primer lugar se encuentra la educación porque la carrera de Medicina es una de las más solicitadas en las institución públicas, aunque por desgracia no existe lugar para todos los interesados, lo que provoca que muchos jóvenes no puedan acceder a la escuela de su preferencia.
Una vez superado el primer obstáculo, los estudiantes deben invertir 5 años en la facultad para estudiar por las mañanas y en algunos casos realizar prácticas clínicas por las tardes, lo que representa un desgasto doble. Al trascurrir el lustro, deben pasar un año de sus vidas en un hospital donde deben realizar guardias médicas que pueden extenderse hasta por 36 horas seguidas, realizar su servicio social en comunidades de difícil acceso o en zonas inseguras y al graduarse presentar el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) que es uno de los más competidos en nuestro país.
Pero al finalizar todo el proceso anterior finalmente el médico se puede incorporar al mundo profesional, donde los suelos son bastante variados pero van de 8 mil pesos hasta 15 mil pesos mensuales para la mayoría de los casos, aunque existe otro problema porque para actualizarse se deben tomar diversos cursos, siendo la mayoría bastante onerosos.
Por todo lo anterior, muchos especialistas coinciden que el problema es el sistema de salud por ser injusto e inequitativo para los médicos, quienes dedican demasiados años de estudio y preparación para lograr desempeñarse profesionalmente, aunque en muchas ocasiones la retribución no corresponde con el esfuerzo.