Es claro que uno de los acontecimientos que marcan a una mujer es convertirse en madre. Si bien, el embarazo implica diversas alteraciones en el cuerpo que impactan de distintas formas, al final el tener al bebé entre los brazos vale la pena.
Pero mientras de forma previa se ha mostrado que convertirse en madre y amamantar al producto es benéfico para la salud de la mujer, ahora un estudio expresa todo lo contrario.
El trabajo publicado en la revista especializada Annals of Internal Medicine ha causado controversia entre la comunidad médica porque afirma que tener un hijo aumenta de forma temporal el riesgo de las mujeres a desarrollar cáncer de mama.
De forma más específica, la investigación expone que se incrementa hasta un 80 por ciento el riesgo de cáncer de mama, aunque ese riesgo sólo dura hasta los 4.5 años posteriores al alumbramiento. Posteriormente el peligro comienza a reducirse y después de 19 años se ubica al mismo nivel que las mujeres que no han sido madres.
De igual manera, la investigación expone que 34.5 años después del nacimiento del último hijo, el riesgo de cáncer de mama es un 23 por ciento más bajo que el de las mujeres que nunca se han embarazado.
Para llegar a los resultados mencionados los investigadores combinaron los datos de 15 estudios que en conjunto reunieron la información de 890 mil mujeres de diferentes edades.
Opiniones divididas
Por su parte, varios investigadores han puesto en duda la veracidad del trabajo debido a que trabajos anteriores han mostrado que cuando una mujer amamanta a su bebé se protege contra enfermedades como el cáncer de mama.