Cada vez más profesionales de la salud buscan tener un acercamiento con sus pacientes en línea. Un ejemplo son las páginas de médicos en Facebook, donde es común que los profesionales de la salud ofrezcan los servicios de su consultorio o clínica, o bien, para compartir contenidos preventivos de salud.
Otros médicos eligen mandar emails o mensajes vía Whatsapp a sus pacientes para recordarles su próxima cita o darles seguimiento. Sin embargo, existe una delgada línea entre el ámbito profesional y la confidencialidad que los médicos siempre deberían tener presente.
Esto es lo que menciona un estudio realizado por investigadores del American Medical Association publicado en la revista Journal of Ethics, titulado “¿Por qué no podemos ser amigos? Un análisis ético de las redes sociales en la salud”.
En el estudio los expertos analizaron “lo bueno, lo malo y lo feo del uso de las tecnologías de comunicación y su relación con los profesionales de la salud”.
“Para que la relación médico-paciente vaya bien, es importante mantener la privacidad y la confidencialidad”, dijeron Kayhan Parsi y Nanette Elster, autores principales del estudio.
En este sentido, los grupos profesionales, entre ellos el Colegio Americano de Médicos y la Academia Americana de Médicos de Familia han sugerido evitar cualquier tipo de comunicación que sobrepase los límites de lo profesional con pacientes en Facebook.
La importancia de establecer límites
De esta forma, la Asociación Médica Estadounidense menciona que las redes sociales podrían ser una forma valiosa para difundir información sobre la salud, no obstante en sus lineamientos del 2010 instó a los médicos para que separaran sus identidades personales y profesionales en línea con el fin de “mantener límites profesionales”.
Cuando los médicos utilizan las redes sociales ya sea para darse a conocer o para promocionar sus servicios, es muy importante que conozcan cuáles son los límites entre el quehacer profesional y la vida privada. Cuando un paciente lee un mensaje de su doctor ¿lo ve como una publicación realizada por un médico o por cualquier persona común y corriente? Definitivamente se trata de una línea muy delgada que puede ocasionar malos entendidos y dañar la relación médico-paciente”, afirma Kayhan Parsi.
Un buen ejemplo de aplicación de las redes sociales en medicina
Un ejemplo de la aplicación de las redes sociales en la relación médico-paciente lo podemos encontrar en el St. Cloud Medical Group, en Minnesota, Estados Unidos. Ahí, los pacientes pueden seguir una página pública donde los médicos publican actualizaciones con consejos seguros y recordatorios de salud estacional.
Una de las participantes en este grupo es Julie Anderson, médico de familia quien ve el valor de esta opción, pero no se hace amiga personal de los pacientes en Facebook. Más allá de la privacidad del paciente, dijo, ella teme eliminar ese límite entre sus vidas personales y profesionales, o que los pacientes busquen atención especial cuando está fuera de horas de trabajo.
“He sabido de compañeros que han agregado como amigo a alguien y les han hecho preguntas inapropiadas en línea, abusando de cierto modo del servicio”, dijo. “O abusando de… la amistad en Facebook, donde están pidiendo consejos médicos y tú ni siquiera eres su médico”.
Los autores del estudio de la American Medical Association agregan que no todo puede ser malo en las redes sociales.
También creemos que Facebook u otras plataformas han convertido a las instituciones de salud en entidades más humanas. De esta manera los pacientes sienten más confianza en acercarse al hospital o al consultorio de su médico para ser escuchados. Sólo es cuestión de saber usar estos medios de comunicación con inteligencia.