La investigación es inequívoca: las relaciones positivas con los pacientes son poderosas. Hacen que los médicos sean más eficaces y conducen a mejores resultados para los pacientes. Sin embargo, algunas veces los pacientes traen tantas cosas en la cabeza, además de la enfermedad.
Cómo saber si un paciente está escuchando
La AMA arroja luz sobre las señales importantes del paciente. Puede haber ocasiones en las que un paciente no quiera o no pueda expresar sus verdaderos sentimientos sobre su enfermedad o el tratamiento propuesto.
En estas situaciones, los médicos deben estar atentos a las señales no verbales, como el lenguaje corporal o las expresiones faciales. Y siempre pedirle al paciente que explique si siente que hay algo urgente que está reteniendo.
Verbales o no verbales, identificar estas señales es más simple cuando comprende las necesidades y valores subyacentes de un paciente. Las cuales pueden constituir una barrera entre la información que comparte y la información que resuena. Escuchar y buscar ciertas señales en sus respuestas es vital para saber cómo (o incluso si) están procesando lo que les estás diciendo.
Señales sutiles de que tu paciente no te está escuchando
Su contacto visual es demasiado fijo y sus cabezas están demasiado quietas.
Están tratando de demostrar que están enfocados en ti, pero una conversación real es relajada en lugar de tensa, dice Morgan, entrenador del habla y autor del libro “Señales de poder: la ciencia sutil de liderar grupos, persuadir a otros y maximizar su impacto personal”.
Sonríen demasiado y durante demasiado tiempo.
Los adultos son muy buenos para controlar sus rostros, dice. Es posible que sonrían para animarlo y para demostrar que están contigo cuando, en realidad, están mentalmente revisados.
Tocan sus dedos.
“Debido a la forma en que funciona el cerebro, primero expresamos nuestras intenciones y emociones en nuestro cuerpo, y puede ser hasta nueve segundos después que la mente consciente se ponga al día”, dice Morgan. La impaciencia puede filtrarse en las manos de alguien, ya sea tocando con los dedos, haciendo garabatos o mirando un teléfono inteligente.
Ellos se inquietan.
¿La otra persona está dando golpecitos con el pie, jugando con su cabello o moviéndose con frecuencia en su asiento? Estar en constante movimiento y no poder quedarse quieto es una señal de que su atención no está enfocada, dice.
Su cuerpo se aleja de ti.
Si la parte inferior del cuerpo de alguien no apunta hacia ti o se inclina hacia atrás en la conversación, está poniendo distancia entre ti. “Observe cómo la gente usa el espacio”, dice Morgan. “Mudarse suele ser negativo”.
Sus pies apuntan hacia la puerta.
Para un mejor indicador de los verdaderos sentimientos de alguien, dice, cuide sus pies. “Si no estamos escuchando, es como si el cuerpo estuviera tratando de escapar”, dice. “Los pies se vuelven hacia la puerta”.
No reflejan tu lenguaje corporal.
Dos personas que están sincronizadas en una conversación también sincronizan sus movimientos corporales, dice Morgan. Se mueven de la misma manera, casi al mismo tiempo. Si alguien no refleja la posición o los gestos de su propio cuerpo, es probable que no se conecte con usted.
Por último, asegúrate de tener en cuenta las barreras educativas de los pacientes, como los bajos niveles de conocimientos básicos de salud o aritmética. Y recuerda siempre: las mejores relaciones médico-paciente comienzan con una mejor comunicación y terminan con mejores resultados.
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