La semaglutida se ha convertido en uno de los medicamentos más populares del mundo y más ahora que se identificó un nuevo beneficio relacionado con la reducción de riesgo de sufrir eventos cardiovasculares. A continuación te compartimos toda la información.
Para empezar, el fármaco empezó a ser comercializado desde hace décadas para el tratamiento de la diabetes mellitus. Mientras que en fechas recientes se comprobó que además también es de utilidad para bajar de peso en poco tiempo.
Hasta el momento son las únicas utilidades comprobadas que tiene. En cualquiera de los casos es obligatorio que exista el previo aval de un profesional de la salud porque de ninguna manera se debe ingerir por iniciativa propia.
Semaglutida puede reducir el riesgo de eventos cardiovasculares
En el marco de la 74ª Sesión Científica Anual y Expo del Colegio Americano de Cardiología (ACC.25), Novo Nordisk presentó nuevos datos del estudio SCORE, que evaluó el tratamiento con semaglutida 2.4 mg y el riesgo de eventos cardiovasculares mayores (Infarto agudo del corazón no fatal, enfermedad cerebrovascular no fatal y muerte cardiovascular) en adultos con sobrepeso u obesidad y enfermedad cardiovascular establecida en un entorno de vida real.
En comparación con los no usuarios, el uso de semaglutida 2.4 mg. se asoció con un riesgo significativamente menor de sufrir eventos cardiovasculares como infarto, enfermedad cerebrovascular o muerte por cualquier causa en un 57%.
Dichos eventos se presentaron en 42 de los 9,321 pacientes del grupo de semaglutida 2.4 mg y en 175 (0.94%) de los 18,642 pacientes del grupo de no usuarios. La duración media del seguimiento fue de 7.1 meses para los usuarios de semaglutida y de 6.4 meses para los no usuarios.
En contraste con los no usuarios, el uso de semaglutida 2.4 mg se asoció con un riesgo significativamente menor de mortalidad por cualquier causa en un 86%. La mortalidad por cualquier causa ocurrió en 7 (0.08%) de los 9,321 pacientes del grupo de semaglutida 2.4 mg y en 90 (0.48%) de los 18,642 pacientes del grupo de no usuarios.
“Los hallazgos del estudio SCORE nos confirman que los beneficios de la semaglutida 2.4 mg demostrados en ensayos clínicos, pueden aterrizarse en nuestra práctica clínica diaria. Esto refuerza nuestra confianza de ofrecer a más personas que viven con obesidad una opción de tratamiento efectiva y segura”, expresó el Dr. Mauricio Vera, endocrinólogo adscrito al Centro Médico ABC.
Estrategia para disminuir las hospitalizaciones
Por su parte, el Dr. Diego Araiza Garaygordobil, cardiólogo e investigador del Instituto Nacional de Cardiología, consideró que estos resultados no solo benefician a pacientes, sino que podrían tener un impacto enorme en la salud pública, disminuyendo la carga de hospitalizaciones y muertes prematuras.
Los análisis en vida real, como SCORE, complementan los ensayos clínicos controlados al ofrecer a los profesionales de la salud información adicional sobre cómo funcionan las terapias en la práctica clínica cotidiana, mientras colaboran con los pacientes en decisiones de tratamiento individualizadas.
“Nuestra misión es generar un cambio en cómo se ve y trata la obesidad, y la evidencia del mundo real de SCORE proporciona información útil que, en última instancia, puede ayudar a mejorar la atención de los pacientes con obesidad que están en riesgo de eventos cardiovasculares”, destacó Mike Vivas, director Médico Senior de Novo Nordisk México.
Panorama actual de las enfermedades cardiovasculares en México
En México las enfermedades cardiovasculares constituyen un problema de salud pública porque los padecimientos del corazón representan la primera causa de muerte al año, con cerca de 70,000 defunciones por este motivo y 26,000 por enfermedades cerebro vasculares, lo que resalta aún más la importancia de estos estudios que respalden la efectividad de los tratamientos disponibles.
Finalmente, es importante recordar que Semaglutida 2.4 mg está aprobado en México únicamente para el tratamiento de la obesidad o sobrepeso en adultos en presencia de al menos una comorbilidad relacionada con el peso (prediabetes, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño o enfermedad cardiovascular, entre otras) y para el control del peso en adolescentes de 12 años en adelante con obesidad y peso corporal superior a 60 kg, como complemento a una dieta baja en calorías y a un aumento de la actividad física para el control de peso, incluida la pérdida y el mantenimiento del peso.