Con base en estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta 2015 se tenían contabilizados 343 mil 700 médicos en todo el territorio nacional, cifra que resulta insuficiente para cubrir las necesidades de la población, pues apenas existe un galeno por cada 348 habitantes, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo de 1 por cada 333 personas.
De igual forma, el sistema de salud mexicano opera con un déficit de 255 mil enfermeras, quienes idealmente deberían de complementar y fortalecer el trabajo que realizan los médicos, situación que ayuda a explicar en parte las desgastantes jornadas de trabajo a las que deben enfrentarse diariamente los profesionales de la salud.
En el polo opuesto se encuentran las farmacias, industria que actualmente vive su mejor momento a nivel mundial y se encuentra en constante expansión. En este sentido, la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex) afirma que, en promedio, se inauguran 60 negocios de este tipo al mes en nuestro país, siendo la mayoría anexas a consultorios particulares.
¿Cuál es el motivo?
En torno a este crecimiento, se considera que todo surgió a partir 2010, fecha en que entró en vigor el acuerdo que regula la venta y prescripción de antibióticos y establece que sólo se pueden otorgar con receta médica. Si bien, la medida ha servido para evitar la automedicación y la regulación de la venta de medicamentos, también ha impulsado el modelo de los consultorios de bajo costo que ahora cuenta con una farmacia.
En ese sentido, la Anafarmex comenta que este aumento se ha mostrado en mayor medida en la Ciudad de México y el Estado de México, lo que ha generado que en la actualidad existan poco más de 32 mil farmacias en todo el país, lo cual contrarresta con el mencionado déficit de médicos y enfermeras en nuestro país.