Ante la omisión de las autoridades de salud de Oaxaca para dar una respuesta oportuna a médicos y enfermeras que piden la recontratación de personal que fue despedido y el pago de salarios de más de 4 mil trabajadores, integrantes de las Secciones 35, 73 y 94 del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud (SNTS) iniciaron la segunda semana de un paro parcial con demandas robustecidas en vez de soluciones.
Según datos de la Secretaría de Salud Estatal (SSO), durante los 15 días que ha durado el paro en los 752 centros del salud del estado, mil 970 casas de salud, 17 hospitales de segundo y tercer nivel, así como 19 comunitarios, han representado al menos 17 mil 500 consultas negadas a la población abierta y afiliados al Seguro Popular.
Estimaciones del personal del Centro de Servicios Ampliados (CESSA) del municipio de Tlalixtac de Cabrera, señalan que son 300 servicios al día los que dejaron de brindarse. Salvo los partos y césareas, todas las cirugías programadas están suspendidas.
Para intentar solucionar la situación ayer se realizó una marcha para pedir estabilidad laboral y el cotejo de la nómina para detectar quienes están cobrando sin tener relación con los SSO. Según el secretario de Salud, Juan Díaz Pimentel, de las 828 personas que estarían cobrando sin trabajar, 328 son comisionados de manera irregular y 500 aún no han sido localizados por las autoridades.
Sin embargo, ante el cierre de calles y carreteras que se prolongó por horas, la Secretaría de Seguridad Pública, reportó pérdidas.
Sus marchas impiden el paso de transporte turístico y comercial. Están estrangulando la ciudad, afectando el ingreso de insumos y limitando la operación de servicios. Podrían protestar de otra forma más inteligente, se quejó Carlos Guzmán Gardeazabal, líder de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).