Tu bata es como la capa de los súper héroes, por eso, antes de quitártela, procura aprovechar tus ratos libres para aclarar las dudas de salud de tus pacientes. No olvides que ellos buscan en ti a un verdadero experto en salud.
Te presentamos algunos consejos que debes tomar en cuenta a la hora de responder a los cuestionamientos de tus pacientes:
Ahonda en tus comentarios
No respondas sólo por responder, ni lo hagas por compromiso. Hazlo con gusto y porque sabes que tus comentarios ayudarán a mucha gente a sentir mejor anímicamente. Cuida que tus respuestas sean útiles e interesantes, que sirvan de orientación y que procuren resolver el problema de tu paciente, no lo decepciones.
No ofrezcas respuestas a medias
Es posible que a veces algunas preguntas sean difíciles de entender, por lo que tendrás pensar y analizar mejor tu respuesta. Si consideras que la pregunta no ofrece mucha información o está incompleta, piensa en la posibilidad de pedirle a esa persona que por favor, vuelva a formular su pregunta. Pero si tienes una idea de cuál es el problema, ofrece una respuesta con posibles causas y cuáles podrían ser las soluciones, pero sin que comprometas la salud de tu cliente.
Ten cuidado con los títulos
Esto es importante ya que dan una idea de lo que tratará tu respuesta. Así que evita que el título de tu respuesta incluya palabras como “no lo sé”, “mejor ve al médico”, o simples “sí” o “no”. Sé más descriptivo, pues de lo contrario podrías confundir al paciente.
No aproveches para vender publicidad
Tus respuestas deben limitarse a ofrecer una solución al paciente. Deja fuera cualquier tipo de publicidad, incluso la de tu propio consultorio. Si lo haces, esta mala práctica te restará credibilidad y respeto. No olvides darles información calidad.
No generes conflictos
Tus pacientes te hacen preguntas, así que sólo limítate a contestarlas. No se vale que discutas con ellos, así que no entres en polémicas o debates en caso de que alguno de tus pacientes te ofenda, esto sólo te dará mal prestigio no sólo entre las personas, sino también con la comunidad médica.
Y lo más importante, sé amable
La cordialidad ante todo. Mientras más cálidas sean tus respuestas, mejor. Un médico que muestra empatía, genera más confianza. Preocúpate por tus pacientes y haz tuyos sus problemas.