Por fin ha llegado la temporada navideña y eso implica observar las casas adornadas y un ambiente de felicidad en las calles. Al mismo tiempo, otra de las características de esta época es realizar regalos entre amigos, familiares o compañeros de trabajo. A pesar de que se trata de una noble tradición, replicarla con tus pacientes puede implicar resultados contraproducentes.
Es seguro que cada médico cuenta con anécdotas de todo tipo y más de uno puede haber recibido algún regalo en navidad de parte de sus pacientes. Las remuneraciones pueden ser desde pequeños objetos como frutas y chocolates hasta aspectos más grandes y de enorme valor monetario, pero el problema es cuando la situación es inversa. Cuando el médico es el que le ofrece regalos a sus pacientes es cuando se presenta la controversia.
Es claro que a todos nos gusta recibir regalos, pero dentro del campo de la salud, si el que los ofrece es el médico a su paciente, se puede malinterpretar y confundir con un soborno. Es debido a lo anterior que diversos especialistas recomiendan no ofrecer regalos materiales durante la época decembrina.
En ese sentido, resulta mejor ofrecer recompensas o promociones durante el fin de año a los pacientes. De esta forma, de forma indirecta se les premiará por permanecer con el mismo médico y también es una estrategia para que ellos lleven a familiares al consultorio. Recuerda que para evitar malentendidos en tu trabajo lo mejor es no dar pie a este tipo de problemas.
Y dentro de tu experiencia médica, ¿qué regalos navideños recuerdas de tus pacientes?