La Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (Anafam) informó que las instituciones de salud tienen pagos atrasados con este sector desde la compra consolidada de medicamentos en 2015, por lo que la industria pidió que, ante los adeudos, se haga conciencia sobre el daño que ocasionan a la población, ya que no han tomado medidas legales porque no han deseado hacerlo.
El 20 de agosto Dagoberto Cortés, presidente de Anafam, dijo a El Economista que las instituciones de salud adeudan a la industria aproximadamente 531 millones de dólares desde la compra consolidada de medicamentos en el 2015, de modo que están negociando detener el abasto de fármacos a quienes no paguen, pues, por ahora, no pueden ejercer esta medida sin recibir sanciones.
Elia Cecilia Bravo Lamicq, vicepresidenta de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), explicó que el sistema consolidado es una ventaja para las instituciones públicas, pues adquieren productos de calidad a precios competitivos, pero para la industria representa una desventaja, ya que están obligados a surtirle a quienes no pagan.
Al respecto, comentó que “parar el surtido de medicamentos a los deudores es la última medida, lo que pedimos es que las entidades que no están cumpliendo no participen en los consolidados”.
Denunció que “este adeudo se viene arrastrando desde diferentes niveles, porque son recursos federales que se enviaron a los estados y debieron haberse destinado para lo que eran”.
En el país, las deudas de los institutos de salud son un problema que se ha presentado incluso desde 2014, como en el caso de Veracruz, Tamaulipas y Estado de México.
Al respecto, Bravo Lamicq señaló que “cuando una empresa no recupera lo que invirtió para seguir produciendo, se rompe la cadena, dañando a todo el sistema”.
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