Bajo el lema “Consumidores al grito de guerra” la organización Alianza por la Salud Alimentaria (ASA), que agrupa a asociaciones civiles, sociales y profesionales de la salud preocupados por la epidemia de sobrepeso y obesidad en México, llamó a la población a fortalecer la economía nacional ante las acciones que promovió en su campaña presidencial Donald Trump, como la modificación al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), el cual entró en vigor en 1994.
En conferencia de prensa, representantes de la ASA lanzaron su campaña para instar a la población a comprar productos mexicanos elaborados principalmente por pequeñas y medianas empresas para fortalecer el mercado agroalimentario.
Alejandro Calvillo, titular de El Poder del Consumidor, llamó a castigar a través del poder de compra de las familiar mexicanas a aquellas empresas que atentan contra el país al favorecer las políticas que impulsa Trump.
La iniciativa “Consumidores al grito de guerra” también se dirige al gobierno mexicano e industriales para exigir el aumento significativo del salario mínimo, así como garantizar el derecho a saber de dónde provienen los productos a fin de tomar una decisión de compra informada, y a privilegiar a los productores nacionales siempre que exista una oferta:
Que todas las compras de alimentos para los comedores populares de Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), desayunos escolares del DIF, hospitales, cuarteles e instalaciones de gobierno, se hagan a productores locales y regionales.”
Para aumentar “la disponibilidad de opciones saludables en la calle”, reactivar el campo y la producción de alimentos nacionales, Calvillo pidió un programa de mercados locales para los productores regionales en todas las ciudades bajo un esquema de comercio justo y excluir los cultivos estratégicos del TLCAN.
Asimismo, pidió a las cadenas de supermercados hacer pública su postura de copras de productos nacionales.
Aunque el director de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras del Campo (ANEC), Víctor Suárez, reconoció que la dependencia alimentaria de México de Estados Unidos es enorme, pues importa 42 por ciento de los alimentos que circulan en el mercado, se requerirán unos tres años para incrementar la producción de insumos como arroz, trigo y sorgo.
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