Comer en casa y preparar los alimentos en forma consciente, se convierte en una manera apropiada de prevención y cuidado de la salud. Especialmente, porque al crear el programa nutricional y comprar víveres en forma inteligente, nos alejamos de alimentos procesados. Volviendo la mirada a platos variados, ricos en productos naturales, que disminuyen los riesgos de desarrollar patologías crónicas, como la diabetes y la obesidad.
Así mismo, cuando generamos conciencia alimentaria, regulamos las proporciones y tomamos buenas decisiones sobre como invertimos el dinero familiar. Pero también, diseñamos verdaderas obras de cocina, con recetas de la abuela o sacadas del internet o como una fusión llena de aroma y sabores donde puedes poner tu sello personal. Dándole gusto al paladar y nutriendo las células de tu cuerpo y cerebro, con micronutrientes que dan vitalidad y longevidad.
Prevenir enfermedades y divertirse
En estos días, cuando las recomendaciones de la Organización mundial de la Salud, OMS. Invitan a comer en casa para estar menos expuestos al contagio en restaurantes y sitios públicos. Debemos utilizar la imaginación y sacar esos dotes de cocinero, para crear versiones adaptativas de recetas tradicionales. Y de paso compartir en familia platos saludables y divertidos, con un balance perfecto de nutrición y sabor, que cuidan el corazón y nuestro cerebro. 1
Los profesionales sanitarios son contundentes sobre las recomendaciones para cuidar la salud, que deben empiezan con hábitos saludables. Promoviendo la preparación de alimentos en casa con productos de la tierra, donde las frutas y verduras deben ser protagonistas. Así es, como indican la necesidad de controlar la ingesta calórica, el consumo de sal y azúcar y las grasas saturadas, buscando prevenir enfermedades y ofrecer vitalidad.
Algunos estudios han demostrado, que hacer la comida en casa tiene beneficios que van desde experiencias nutritivas que mejoran la salud, hasta la disminución de gastos innecesarios en el presupuesto del hogar. Mas aun, cuando consumiendo alimentos preparados en casetas y sitios de comida rápida no controlamos la inocuidad alimentaria y le aportamos a nuestro cuerpo una carga alta de azucares, sodio, carbohidratos y grasas.2
Por tanto, seguir algunos consejos como jugar con los colores de las frutas y verduras, recordando que las verdes, naranja y amarillas son más nutritivas. Incluir alimentos integrales y proteína magra en las preparaciones, trae grandes beneficios. Además, se destaca la necesidad de no ir de compras con hambre y leer las etiquetas de los productos cuando se visite el supermercado para conocer sus ingredientes y no caer en errores nutricionales.
Comer en casa fomenta la creatividad y actúa como una técnica de psicoterapia para mejorar la salud emocional. Asimismo, tenemos la posibilidad de elegir productos de calidad, tener más conciencia de lo que comemos, mejoramos hábitos alimenticios, fortalecemos lazos interpersonales y hacemos ahorros económicos. Fuera de todo esto, facilita fijarse metas sobre pérdida de peso, para tener mayor vitalidad y bienestar.3
Y aunque, está bien, que en alguna oportunidad queramos pedir algo de comer fuera o compartir con un amigo en un restaurante para cambiar la rutina y socializar. Aprovechemos la oportunidad que nos ha dado el aislamiento social, para darle una oportunidad a nuestra cocina. Dedicando tiempo a conocer cuales alimentos podemos agregar o quitar en el menú, para vivir más años, saludables y con calidad de vida.
Referencias:
- 1. Página oficial de la Organización Mundial de la Salud. Sanos En Casa: alimentación saludable. Disponible en:
- Mohammadbeigi A, Asgarian A, Moshir E, et al. Fast food consumption and overweight/obesity prevalence in students and its association with general and abdominal obesity. J Prev Med Hyg. [internet] 2018 [ consulted 13 march 2021];59(3):E236-E240. Available: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30397681/.
- 3. Wolfson, J., & Bleich, S. Is cooking at home associated with better diet quality or weight-loss intención? Public Health Nutrition. [internet] 2015[ consulted 12 marzo 2021]; 18(8), 1397-1406. Available: https://doi.org/10.1017/S1368980014001943