Si eres un profesional de la salud que frecuentemente redacta casos clínicos, es importante que lo hagas de la manera correcta, pues como sabes, el propósito de publicarlos es dar a conocer a toda la comunidad científica los resultados del estudio de una enfermedad, su proceso o alteración, de la forma más clara posible.
Para hacerlo de esta forma, presentamos algunos consejos que te ayudarán a redactar correctamente un caso clínico:
Título
- Debe ser claro, sencillo, descriptivo y que vaya al grano.
- Cuida la gramática, de modo que puedas incluir los artículos y las preposiciones en caso de ser necesario.
- Cuida que el título sea en tono afirmativo.
- Procura no exceder las 12-15 palabras.
- Evita las siglas.
Cuerpo del texto o del caso clínico
- Redáctalo en un estilo impersonal (evitando usar la primera persona) y en tiempo pasado. No olvides que el lenguaje empleado debe ser claro y con un léxico médico para describir con eficacia el caso clínico.
Anamnesis
- No olvides incluir todos los datos del paciente: sexo, edad, lugar de residencia, profesión, entre otros datos relevantes.
- También son importantes los antecedentes personales, es decir, datos de enfermedades, alteraciones, problemas anteriores, intervenciones quirúrgicas previas, otros tratamientos.
- Incluye también los antecedentes familiares.
- No olvides añadir la enfermedad actual, así como la historia de ésta y su proceso.
Exploración física
- Procura hacer una descripción detallada. Incorpora todos los datos que consideres fundamentales. No uses siglas y redáctalo en forma narrativa.
Pruebas complementarias
- Ordena los datos de forma sistemática. Describe los hallazgos de las pruebas en un párrafo distinto, utilizando viñetas.
- Recuerda que debes incluir todas las pruebas que realizaste.
- Si hubiera resultados diferentes, descríbelos a detalle.
- No olvides que todos los valores deben estar acompañados de su u unidad de medida correspondiente.
Diagnóstico
- Es importante que menciones cómo has llegado a esta conclusión o diagnóstico, ya sea basándote en ls síntomas, evolución, eficacia o deficiencia del tratamiento.
Bibliografía
- Cuida que sea una bibliografía especializada en el tema que trabajaste.
- No olvides citar a lo largo del contenido tus fuentes bibliográficas en los lugares donde debas aclarar cierta información (se realiza mediante números volados).