Una investigación realizada por la Universidad de California en San Francisco (UCSF), demostró que pedir a los médicos que pregunten a los adolescentes y adultos jóvenes sobre su identidad de género podría hacer más eficiente la documentación de esa información en los registros de salud electrónicos.
La identidad de género es cómo una persona se ve a sí misma, es decir, como hombre, mujer o algo menos específico. La identidad de género puede diferir del sexo asignado al nacer. Esto tiene que ver con las personas transexuales, por lo que asentar en el historial la identidad de género los hará sentir más respetados”, dijo Veronika Mesheriakova, coautora del estudio.
En tanto, el Dr. Stanley Vance, destacó la necesidad de documentar el género de una persona para establecer qué pronombres emplear, mantener registros y remitir a los pacientes a los especialistas apropiados.
Los resultados expuestos en el Journal of Adolescent Health, señalan que los investigadores estudiaron los registros médicos de la Clínica Adolescente y Adulto Joven de la UCSF.
Observamos que a partir de 2016, los sistemas informáticos de la clínica llevaron a los proveedores de atención médica a pedir a los pacientes su identidad de género actual y su sexo asignado al nacer. Sin embargo, tres meses antes de que los médicos solicitaran esta información, éstos sólo registraron identidades de género en 11 por ciento de los pacientes. Pero después de que las preguntas de identidad de género fueron agregadas, los registros se incrementaron a 84 por ciento”, comentó Vance.
Los investigadores resaltaron la importancia de educar a los médicos sobre identidad de género y otros asuntos relacionados, sin embargo, “también es importante tratar la confidencialidad si los pacientes no desean que su identidad de género sea revelada. Los profesionales de la salud deben ser capacitados para ser sensibles hacia los pacientes y para usar los pronombres favoritos de la persona en cuestión”, mencionaron los autores del estudio.