Seguro que, en los últimos tiempos, has escuchado hablar mucho de las dietas bajas en carbohidratos. Estas son dietas que parten de la premisa de que cuando el cuerpo no posee reservas grandes de carbohidratos como energía, empiezan a utilizar los depósitos de grasa como proceso para la obtención de energía, algo que se traduce en la pérdida de peso.
Además, se ha comprobado que este tipo de dietas nos ayuda a llevar una vida más saludable, en la prevención de enfermedades, entre otros beneficios. La gran controversia se crea en el momento de analizar su funcionamiento y es que para explicar el funcionamiento de las dietas bajas en carbohidratos se responde analizando motivos multifactoriales.
Algunos de los principios básicos de estas dietas
Está permitido consumir carnes, huevos, pescados, verduras, frutas, productos lácteos ricos en grasa, cereales sin gluten, frutos secos, semillas y aceites saludables.
Las bebidas permitidas son el té, café, agua y bebidas gaseosas sin edulcorantes.
Por otra parte, se deben evitar el azúcar, las grasas trans, el aceite de semillas, los alimentos procesados, el trigo, los productos bajos en grasa y también los productos dietéticos.
Funcionamiento de las dietas bajas en carbohidratos
A priori, el comienzo de esta dieta puede parecer una tarea imposible. Aunque, en muy poco tiempo, podrás descubrir que poner en marcha las dietas bajas en carbohidratos es más fácil de lo que parece. Solo necesitas seguir los principios básicos que hemos enumerado antes, plantear eficientemente los platos principales y beber mucha agua.
Cuando ya sabes los principios, otra de las cosas que debes tener en cuenta es que son dietas que ofrecen múltiples beneficios, entre los que se podrían destacar los siguientes:
- Disminución en los niveles de insulina.
- Mayor pérdida de agua al comienzo.
- Una mayor ingesta de proteínas.
- Disminución del apetito.
¿Qué debes tener en cuenta al iniciar una dieta de este tipo?
También es importante recordar que estas dietas bajas en carbohidratos, pueden llegar a ocasionar riesgos. En caso de sospechar de cualquier problema de salud, debes realizarte todos los exámenes médicos pertinentes. Además, si eres un amante de los carbohidratos, tendrás que retirar todas las tentaciones y tener siempre a mano una jarra de agua como tu principal aliado.
Debes considerar, además, que baja en carbohidratos no significa baja en grasas, ya que esta es una creencia muy errónea. Gran parte de las calorías deben provenir de grasas naturales, aunque el incremento en el consumo de proteínas en estas dietas es saludable, no hay que olvidarse de incorporar una proporción adecuada de grasas a la dieta.
Además, por último, debes considerar que una dieta baja en carbohidratos no significa ausente en ellos. Es decir, debe haber un equilibrio en el consumo de carbohidratos. Esto significa que no se recomienda eliminarlos por completo de las dietas, ya que puede ocasionar una intoxicación, a causa de exceso de otras sustancias (como la urea), debido al incremento potencial de proteínas.
