El sector salud, es uno de los sectores laborales que cuenta con horarios complicados por su debida disponibilidad de 24/7 y esto desencadena enfermedades que en ocasiones no son tratadas como deberían.
Existen investigaciones científicas que explican las complicaciones que tiene la salud al trabajar en horarios nocturnos independientemente de la labor que realicen. Estas implicaciones se deben principalmente a la alteración en el ritmo circadiano, la modificación de las horas de sueño y alteración en el ciclo de luz-oscuridad que tienen las personas que trabajan turnos nocturnos. El trabajo nocturno se asocia con mayor prevalencia e incidencia de algunas enfermedades crónicas, además figura como factor de riesgo para trastornos eventualmente mortales e incluso predispone a una mayor ineficiencia en el trabajo.
El trastorno del sueño en el personal médico duplica el riesgo de fallas en la atención en los internos de las unidades de cuidados intensivos que trabajan por la noche y aumenta significativamente el riesgo de errores médicos importante en dichas unidades. Alrededor de 20 por ciento de los internos de hospitales refieren haber cometido errores relacionados con la fatiga que lesionaron a un paciente, y 5 por ciento admiten haber cometido algún error que produjo el deceso de un paciente1. Además, el trabajar durante más de 24h en forma consecutiva aumenta el riesgo de lesiones por punción con aguja.
Las implicaciones del síndrome de agotamiento, consisten en un nivel de somnolencia excesiva durante el trabajo nocturno e insomnio durante el sueño diurno que el médico juzga clínicamente importante. El trastorno se relaciona con un aumento en el riesgo de accidentes relacionados con el sueño y con algunas de las enfermedades asociadas al trabajo nocturno.
En tanto, los trastornos gastrointestinales son más comunes en trabajadores nocturnos que en trabajadores diurnos. Las principales quejas son dolor y alteraciones en los hábitos intestinales como diarrea y estreñimiento. La frecuencia de los trastornos digestivos en los trabajadores nocturnos sugiere que los hábitos alimenticios pueden jugar un rol importante.