La imprevisibilidad de esta temporada de influenza 2021-2022 resalta la importancia de la vacunación como protección contra esta enfermedad y sus posibles riesgos asociados. Entre ellos está el ataque cardíaco y la neumonía, especialmente en las personas de grupos vulnerables: menores de seis meses a 5 años, adultos mayores, embarazadas, personal de salud y quienes viven con comorbilidades, como diabetes u obesidad.
Durante las últimas temporadas de influenza fue detectado que aproximadamente la mitad de los adultos hospitalizados por este virus padecían una enfermedad cardiaca. Esta cifra es aún más alarmante si se considera que esta afección está asociada con un aumento en la probabilidad de sufrir un infarto al miocardio o un accidente cerebrovascular.
Lo anterior responde a la respuesta inflamatoria que la influenza produce en todo el cuerpo. A medida que nuestro sistema inmune intenta combatir al virus es posible que la presión arterial aumente, lo que provoca coágulos de sangre que a su vez pueden derivan en un bloqueo que corta oxígeno al corazón o al cerebro. Además, las complicaciones no cardíaca, incluida la neumonía y la insuficiencia respiratoria, pueden empeorar esta predisposición.
En concreto, se calcula que después de contagiarse de influenza el riesgo de sufrir un ataque cardíaco es 10 veces mayor en la semana siguiente a la infección. De igual manera, estudios demuestran que uno de cada ocho (12.5%) pacientes hospitalizados por esta infección experimentan un evento cardiovascular, de los cuales el 31% requiere de cuidados intensivos y el 7% fallece.
La vacuna contra la influenza proporciona protección más allá de la enfermedad porque contribuye a reducir el riesgo de complicaciones. La inmunización se ha asociado a reducciones del riesgo de ataque cardíaco en un 15-45 %, las cuales son similares al efecto de dejar de fumar o tomar medicamentos contra el colesterol o la presión arterial alta.
Vacuna de influenza y vacuna de Covid-19
En el contexto de la pandemia, es de suma importancia que las personas puedan estar protegidas contra ambas enfermedades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la coadministración de una vacuna contra influenza estacional y cualquier dosis de la vacuna Covid-19 es aceptable, dado que es alto el riesgo de desarrollar síntomas graves en los adultos infectados con el virus de cualquiera de estas dos enfermedades. En concordancia con ello, la Secretaría de Salud en México señala que ambas vacunas pueden administrarse de manera simultánea sin ninguna contra indicación.
A diferencia de las vacunas contra la Covid-19, que pueden administrarse en cualquier momento, la influenza es una enfermedad estacional, con una composición de cepas anual elegida por la OMS, quien da aviso de las cepas más propensas a circular en cada temporada y hace recomendaciones específicas para la composición de la vacuna año tras año.