Para lograr ser un profesional de la salud es necesario estudiar mucho y hacer grandes sacrificios. Pero además también se requiere de proyectar una buena imagen dentro y fuera del consultorio. Aunque algunos consideran que la vida privada no debe influir en la percepción que se tenga del trabajo. Se trata de un tema controvertido en el que se discute si lo que se hace fuera del espacio laboral tiene relevancia o no.
Y todo esto surgió a raíz de un caso ocurrido en Birmania donde se le retiró la licencia médica a la joven Nang Mwe San de 29 años de edad. La decisión no fue por ser responsable de alguna intervención que pusiera en riesgo a los pacientes. Todo se debió a una serie de fotografías que compartía en sus redes sociales personales.
A decir de la médica, además de su profesión también practicaba el modelaje. Aunque su prioridad era atender a los pacientes, en sus tiempos libres realizaba sesiones profesionales de fotografía. Al igual que ocurre con muchas personas, utilizaba sus redes sociales personales para mostrar algunas imágenes.
El problema nació cuando algunas de las fotografías en las que aparece la médica en traje de baño llegaron al Consejo Médico de Birmania. Por considerar que se trataba de una acción que denigraba la profesión, le retiraron su licencia médica. A decir de las autoridades, no se pueden realizar ambas actividades a la vez.
¿Medida justificada o exagerada?
Como respuesta, la joven ha mostrado su indignación hacia el pensamiento de la autoridades médicas. Además ha señalado que sus fotografías no tienen ningún problema porque en todas aparece con traje de baño, lo que no debería representar un delito o incomodidad.
El juramento hipocrático no menciona la forma de vestir y no prohíbe que las médicas lleven bikini.
De momento la discusión continúa, pero ha generado una discusión que ahora invade a todo el gremio de la salud. Ahora se analiza en qué punto termina la vida profesional e inicia la privada.
¿Y tú qué opinas acerca de este tema?