A través de una campaña musical, la Fundación Juegaterapia busca que los niños con cáncer vean con optimismo su condición, para “pelear y dejar KO” a la enfermedad.
La iniciativa tiene como pieza central una canción del Dúo Dinámico (Manuel de la Calva Diego y Ramón Arcusa Alcón), que en los años de 1960 fue muy famoso y ahora ha cedido los derechos de su tema “Resistiré”.
En el videoclip que ya circula en España e Internet se narra la historia de una pequeña que, mediante el juego, consigue olvidarse al rutina dentro del hospital y se introduce dentro de un videojuego e intercambia bailes y risas con otros infantes.
Con el lema “la quimio jugando se pasa volando”, Fundación Juegaterapia trabaja para que los pacientes oncopediátricos de los hospitales sean felices durante el tiempo que dure su tratamiento y encuentren en el juego una alegría que les ayude en su recuperación.
En su cuenta de Facebook, la Fundación ha publicado varias fotografías de los protagonistas de la campaña bajo la etiqueta #Resistiré.
Cada año en España se diagnostican unos mil 400 nuevos casos de cáncer infantil, mientras que en México se habla de cerca de 5 mil, no obstante, en ambos casos la tasa de supervivencia de aproximadamente 80 por ciento.
Una gráfica de Statista con información de la población de Estados Unidos de 1975 a 2005 muestra que en el país vecino la tasas de supervivencia pasó de 58 a 81 por ciento en este periodo.
No obstante, en nosocomios como el Hospital Saint Jude, en Memphis, Tennessee, actualmente el porcentaje ya es de 92, motivo por el que médicos mexicanos del Hospital Civil de Guadalajara “Dr. Juan I. Menchaca” (donde la cifra sigue siendo 80 puntos porcentuales), ya trabajan al lado del mencionado centro hospitalario para crear un protocolo que ayude a elevar la tasa de supervivencia a nivel nacional.
Sin embargo, mientras este proyecto se concreta, el médico Mario Alonso Puig, presidente del patronato de Fundación Juegaterapia, ha recordado que queda mucho por hacer para ayudar a los niños con cáncer:
Al trauma físico impuesto por la propia enfermedad y la quimioterapia se añade el trauma emocional. Sin embargo, cuando el niño está jugando y ese juego le absorbe, esa absorción reduce la posibilidad de que su mente genere el tipo de pensamientos disfuncionales que incrementan la ansiedad y el dolor.
Imagen: Facebook