La resistencia a los antimicrobianos (RAM) se produce cuando bacterias, virus, hongos y parásitos dejan de responder a los medicamentos para combatirlos. Todo esto dificulta el tratamiento de infecciones y aumenta el riesgo de propagación de enfermedades y muerte, informó la investigadora en Ciencias Médicas del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Anahí Dreser Mansilla.
Señaló que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ubica a la resistencia antimicrobiana entre los 10 problemas de salud pública más importantes, al que ha denominado la “pandemia silenciosa”, y estima que ocasionará para 2050 más de 10 millones de muertes.
Con esto en mente, la Semana Mundial de Concientización sobre la RAM se lleva a cabo del 18 al 24 de noviembre. Este año tiene como lema “Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos” debido a que la farmacorresistencia es un mecanismo que adquieren los patógenos para resistir el efecto de los medicamentos, y se debe a factores como el consumo indiscriminado de antibióticos y otros antimicrobianos en salud humana, animal y agricultura.
Consecuencias de la resistencia antimicrobiana
Respecto al uso indiscriminado de antimicrobianos, explicó que no solamente es un problema de automedicación, sino que “muchos médicos, en el afán de proteger a su paciente, recetan innecesariamente antibióticos para tratar una infección viral como gripe, catarro; incluso influenza, COVID-19 o una enfermedad diarreica”.
Indicó que la prescripción médica injustificada de antibióticos crea microorganismos resistentes, aumenta el riesgo de reacciones adversas a fármacos y genera gastos innecesarios para los pacientes.
Detalló un estudio publicado en la revista The Lancet, que señala que la resistencia a los antibióticos se asoció con el fallecimiento de casi cinco millones de personas en el mundo en 2019. Esta situación empeoró durante la pandemia de COVID-19, debido a que en el primer año de la emergencia sanitaria se utilizó de manera innecesaria una gran variedad de antibióticos.
La investigadora del INSP indicó que desde hace dos décadas la OMS ha llamado a los gobiernos a tomar medidas para controlar la RAM, ya que pone en riesgo la eficacia de los antibióticos. Por esta razón, es necesario sensibilizar sobre la importancia de su uso racional.
Explicó que hay medidas básicas para prevenir padecimientos infecciosos, como el lavado de manos y la higiene en el manejo de alimentos. Además, es indispensable no utilizar antibióticos sin prescripción médica; es decir, evitar la automedicación.
¿Qué se hace en México para combatir la resistencia antimicrobiana?
Anahí Dreser señaló que el grupo de investigación del INSP que encabeza elaboró un diagnóstico sobre Programas de Optimización de uso de Antimicrobianos (PROA) en hospitales del país, que trabaja en una red de 50 hospitales públicos y privados sobre la optimización de uso de antibióticos y el desarrollo de estudios de prevalencia puntual de estos medicamentos, con el propósito de conocer cómo se prescriben.
Mencionó que la Secretaría de Salud, como parte de la Estrategia Nacional sobre RAM, imparte un curso de capacitación relacionado con el uso de antibióticos, dirigido a personal médico; impulsa intervenciones para mejorar la prescripción médica y refuerza las acciones para evitar infecciones intrahospitalarias, a través del lavado de manos y desinfección de superficies.
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