Desde hace varios años los equipos electrónicos y eléctricos han beneficiado la vida de las personas. Este tipo de aparatos en la actualidad están presentes en casi todos los lugares, desde hogares y oficinas hasta hospitales y transporte.
Sin embargo, esta proliferación también ha provocado una creciente cantidad de basura electrónica, la cual representa un desafío para la gestión de este tipo de residuos.
En México, de acuerdo con el informe del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático ‘Los residuos electrónicos en México y el mundo’, del total de restos Residuos electrónicos y eléctricos (REE), que se generan, alrededor del 10 por ciento se recicla de manera formal, 40 por ciento permanece almacenado en casa habitación o bodegas y el 50 por ciento restante, es mandado a rellenos sanitarios o tiraderos no controlados, lo cual representa un riesgo para la salud y el medio ambiente.
Este tipo de REE y su disposición en rellenos sanitarios son los procedimientos más tóxicos y nocivos para su manejo, aunado a que el reciclaje informal de esta basura sin la protección adecuada o al utilizar métodos inapropiados, es el más dañino; contamina suelo, agua”, afirmó la Dra. Elisa Núñez-Acosta, de la Oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión (INCyTU).
Dicho informe también reveló que de los 3.9 millones de toneladas de residuos electrónicos que produjo América Latina en 2017, México fue responsable de alrededor de 24 por ciento, superado sólo por Brasil, que contribuyo con 36 por ciento.
La realidad es que en México sólo tenemos dos opciones: rellenos sanitario o tiraderos a cielo abierto. Los dos mil 446 municipios que hay en el país no tienen la capacidad de tener rellenos sanitarios, ni financieramente, ni operativamente, ni nada. En el caso de los municipios que pueden tenerlos porque poseen mayor dimensión y recursos, no tienen una adecuada operación, ni tienen estaciones de transferencia, que son estas bandas electrónicas donde se hace una correcta separación de la basura.
Todos estos REE están llenos de componentes tóxicos que cuando reaccionan con el aire, sol o la lluvia emiten sustancias químicas que contaminan la atmósfera, el agua y el suelo y tarde o temprano terminarán dañando el cuerpo. Por eso aquí te dejamos cuales son algunas de los más peligrosos y qué problemas ocasionan a la salud:
Monitores y los baterías contienen plomo
- Cuando este elemento químico se libera en el medio ambiente y es absorbido por los seres vivos, daña los riñones, el cerebro y todo el sistema nervioso.
Tableros de circuitos y ciertas baterías recargables
- Estos artículos están hechos de cadmio, un metal pesado que puede provocar cáncer, debilidad en los huesos, daño a hígado y riñones, daño al sistema inmunitario, diarrea y en casos de exposición prolongada desórdenes psicológicos.
Selenio
- Este material se utiliza en varias aplicaciones eléctricas y electrónicas, como en las celdas solares. La exposición al selenio puede ocasionar pelo quebradizo, hinchazón de la piel, dolores agudos y uñas deformadas.