La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su apartado sobre “Prevención y erradicación de la falta de respeto y el maltrato durante la atención del parto en centros de salud”, menciona que “todas las mujeres tienen derecho a recibir el más alto nivel de cuidados en salud, que incluye el derecho a una atención digna y respetuosa en el embarazo, en el parto, y el derecho a no sufrir violencia no discriminación”.
Sin embargo, esta declaración no es respetada en México… o al menos así lo asegura un reporte emitido por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) según el cual durante las primeras 14 semanas de 2017 se han presentado 166 muertes (siete cada día) a causa de la violencia obstétrica, razón por la que nuestro país ocupa en cuarto lugar a nivel mundial en esta materia.
Datos del Observatorio de la Mortalidad Materna, revelan que dichos decesos ocurren principalmente en los estados de Chiapas, Estado de México, Guerrero, Veracruz y la Ciudad de México.
En tanto, la CNDH reconoce que este fenómeno es una violación a los derechos humanos y reproductivos de las mujeres, por lo que hizo un llamado al Sistema Nacional de Salud a modificar las reformas correspondientes, a capacitar al personal que trata con desprecio a las mujeres y a realizar una reestructuración del sistema de atención.
De acuerdo con nuestro análisis académico, en México existe un claro maltrato médico por discriminación: cesáreas en exceso que perjudican la salud de las mujeres; esterilización o colocación del DIU sin consentimiento y falta de atención eficiente y respetuosa en clínicas y hospitales, así como escasez de fármacos.
Angélica Ramírez, académica de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia de la UNAM, mencionó que a pesar de no existir una estadística oficial, se calcula que en México una de cada cuatro mujeres embarazadas, en parto o en puerperio padecen maltratos u omisiones del personal médico, enfermería o camilleros.
Médicos no hacen caso a las recomendaciones legislativas
La CNDH indicó además que, a pesar de que el Senado de la República modificó la ley para sancionar la violencia obstétrica, la organización sigue recibiendo casos de muertes de madres y bebés por mal servicio médico. “El Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género realizó un estudio en donde se demuestra que hay un incremento de quejas sobre tratos inhumanos, principalmente hacia las mujeres indígenas, donde escasean los servicios de salud. Muchas mujeres siguen dando a luz en patios de hospitales o en la calle por que les niegan el servicio”, indicaron voceros de la CNDH.
Finalmente, destacaron que a pesar de las recomendaciones que la CNDH ha dado a las diferentes instituciones de salud, los derechos a la libertad reproductiva y la salud se siguen violentando.